Más de 30 personas, incluidos niños, murieron este sábado en un bombardeo israelí contra un complejo residencial en Beit Lahia, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, según informaron la agencia palestina WAFA y Al Jazeera. La Defensa Civil se mostró desbordada ante la cantidad de llamadas de auxilio de viviendas afectadas por este y otros ataques en el enclave, mientras que la prensa local indicó que hubo varios llamados para rescatar a muertos, heridos y a quienes aún se encuentran atrapados en los escombros.
La falta de ambulancias y el bloqueo israelí en la zona complicaron la operación. "Somos incapaces de responder a las múltiples llamadas y peticiones que nos llegan de hogares que han sido bombardeados e incendiados por las fuerzas israelíes en las localidades de Yabalia y Al Nazla, en el norte de Gaza", dijo en su canal de Telegram el vocero de la Defensa Civil gazatí, Mahmud Basal.
Mientras tanto, las autoridades gazatíes aseguraron que los hospitales Indonesio y Kamal Adwan no funcionan por el colapso del sistema de salud. En este último centro al menos 44 trabajadores sanitarios y varios pacientes fueron detenidos por las fuerzas israelíes tras el asedio lanzado el viernes pasado, según informó la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Medio Oriente, Hanan Balkhy.
La responsable, que cita al ministerio de Salud gazatí, dijo que solo quedan en el centro algunos trabajadores sanitarios y el director del hospital, además de un doctor que no fue detenido. Su mensaje llega tras un día de asedio al que era uno de los pocos hospitales en funcionamiento en el castigado norte de Gaza, donde una dura ofensiva israelí que empezó hace más de tres semanas cobró ya la vida de unas 800 personas y obligó a decenas de miles de palestinos a huir.
En los dos últimos días, los ataques israelíes en la Franja mataron a 77 personas y causaron 289 heridos, cifras que no incluyen los datos de los hospitales del norte del enclave. Desde que comenzó el conflicto bélico hace más de un año, 42.924 personas murieron y más de 100.800 resultaron heridas en el devastado enclave palestino, según los datos de los hospitales gazatíes. La guerra estalló tras un ataque de Hamas en territorio israelí que ocasionó la muerte de alrededor de 1.200 personas, mientras que otras 200 fueron secuestradas.