En su afán de adelgazar el Estado hasta la mínima expresión, el gobierno ahora busca privatizar una de las empresas más valiosas. Arsat está de remate y la jugada podría beneficiar al magnate amigo: Elon Musk. La empresa es emblemática porque, en su momento, permitió que Argentina formase parte del selecto grupo de las ocho naciones que habían lanzado sus propios satélites. El vocero presidencial,