La causa por el crimen del policía Andres Farías, ocurrido cuando custodiaba el traslado de dinero para una empresa de golosinas, tiene un nuevo detenido, que exhibe un violento prontuario. Kevin A., de 30 años, fue detenido con una pistola calibre 45 en la ciudad de Santa Fe tras asaltar a un hombre que salía de hacer una operación bancaria. Dio un nombre falso, pero la Policía provincial pudo corroborar su verdadera identidad. Descubrieron que tenía pedido de captura una violenta entradera cometida el año pasado en Coronel Bogado.
El sospechoso cayó al arrebatar una mochila cargada con dinero, según indicaron a Infobae investigadores policiales. Se sabía buscado, creen los mismos detectives. Estaba lejos de su casa de la ciudad de Granadero Baigorria, donde lo habían allanado sin éxito varias veces en las últimas tres semanas. “Evidentemente, siempre va con el arma cargada y está dispuesto a usarla si algo sale mal”, señaló una fuente.
Mañana la fiscal Carolina Parodi lo acusará en una audiencia imputativa por el delito de robo calificado. El martes volverá a ser imputado por el mismo delito, pero en este caso por a fiscal rosarina Juliana González, que investiga el asalto en Coronel Bogado, ocurrido el 13 de septiembre del año pasado. Allí, Kevin A. supuestamente irrumpió en una casa de campo y retuvo a golpes a un matrimonio para despojarlo de dinero y objetos de valor. En aquella entradera, las cosas no salieron bien para los delincuentes, ya que el dueño de la casa le disparó con una escopeta en la cara a uno de los ladrones, que murió en el acto. Los investigadores determinaron que el hombre actuó en legítima defensa, ya que los delincuentes tenían retenida a su esposa, a quien le apuntaban con un arma en la cabeza. También habían disparado en el interior del inmueble.
Kevin A. también figura en la investigación de la fiscal María de los Ángeles Granato, a cargo de esclarecer el crimen del subinspector Farías. Los pequisas creen que fue uno de los ocupantes del Ford Focus gris que cortó el paso al Renault Kangoo que trasladaba los 35 millones de pesos rumbo a un banco de la zona de Fisherton. Según los indicios recolectados en el caso, habría sido uno de los tres delincuentes que bajó del auto, robó el dinero y el arma reglamentaria del agente y luego lo acribilló a tiros.
Los ladrones abandonaron el Focus a las pocas cuadras y continuaron la fuga en un Peugeot 207 bordó y un Volkswagen UP blanco. Ese UP, para los investigadores, fue traído desde Granadero Baigorria para cometer el robo. Los otros seis acusados ya están bajo prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.
En una audiencia que se hizo el miércoles pasado, la fiscal acusó a Axel Fernández y Dylan Ollacarizqueta como coautores del asesinato. Habrían sido quienes junto a Kevin A. bajaron del Focus para consumar el ataque. Granato también imputó a Sheila López, la titular del Peugeot 207 bordó en el que siguieron la fuga los delincuentes, quien a su vez participó en la compra del Focus que había sido robado cuatro días antes del golpe comando.