No era una final más. Era un clásico, que por primera vez, tenía un título en juego. Luego de más de cien años de historia en el torneo más importante del rugby argentino. Alumni y Belgrano llegaban a la final con una trascendencia tan grande como si fuera un CASI vs SIC, el clásico por excelencia de nuestro rugby, acuñado en San Isidro. 

Con entradas agotadas, en la Catedral, uno de los dos iba a gritar campeón, nada menos que ante su rival de siempre. Un clásico que nació en Belgrano “R”, a comienzos del siglo pasado con otro deporte y se renovó en la década del 50´, cuando Alumni volvió, y empezó a jugar al rugby. Un duelo que se potenció en los últimos tiempos por el protagonismo que recuperaron, tanto los de marrón y oro como los de rojiblanco. Una cancha totalmente abarrotada de gente, una campaña en las redes sociales entre semana, con ambos clubes destacando el respeto por el rival y numerosas personalidades que se acercaron a San Isidro para ver el gran partido.

Banda con trompetas en Alumni, bombos y redoblantes en Belgrano, con dos referentes de Los Pumas en la cancha: Tomás Cubelli y Santiago González Iglesias, enfrentándose entre sí.

Un primer tiempo a la medida de Belgrano

El inicio fue todo del equipo marrón, por la buena conducción de Tomás Cubelli. Sobre los 3 minutos abrió el marcador Juan Landó, el goleador del torneo, con un penal para poner el 3 a 0. Recién sobre los 16m, Alumni tuvo la chance de igualar, pero González Iglesias falló su remate a los palos. En cuanto al juego sobresalió la sólida defensa de Belgrano Athletic y sobre los 26m, una intercepción de Vaccarino le dio a Belgrano una ventaja mayor con la conversión de Landó para el 10 a 0. Solo tres minutos después Díaz Luzzi achicó para Alumni y puso el 10 a 3. De ahí al final de la primera etapa quedó una más para Alumni con una gran corrida de Ramón Fuentes que Ignacio Díaz, con lo justo, evitó que fuera try. Así, con el 10 a 3, se fueron al descanso con Belgrano Athletic arriba.

Final con alargue y definida con un drop

El segundo tiempo arrancó con otro try de Belgrano. Joaquín Moro apoyó tras una gran combinación para el 17 a 3. Y a partir de allí apareció el mejor Alumni para empatarlo, primero con un try penal y luego con una corrida sensacional de Fuentes y la conversión de Díaz Luzzi. Cuando nadie lo esperaba era empate en 17 tantos. En el final ambos tuvieron chances para ganarlo pero fallaron. El alargue, los nervios de ambos lados, la patada final con sabor a revancha de Díaz Luzzi y ese drop que le dio el séptimo título de la URBA a un Alumni que en un cierre no apto para cardíacos fue el campeón de la temporada 2024.