Banfield le ganó 2-1 este domingo a Racing en un partido deslucido, trabado, con algunos chispazos, como los de los goles que sacudieron la modorra en el segundo período.

Gustavo Costas puso en la cancha a jugadores que no habían sido titulares en San Pablo y sólo recurrió a uno de ellos, Salas, desde los 15 minutos del segundo tiempo. De todos modos, se relativiza la idea de equipo “muletto”, porque jugaron Mura, Sigali, Zuculini, Baltasar Rodríguez, Carbonero y Vietto, futbolistas con mucho recorrido en el primer equipo.

Banfield, por su parte, también puede argumentar que no puso lo mejor, porque tiene una larga lista de lesionados que condicionaron su formación inicial. Lo cierto es que con lo de cada uno salió un primer tiempo chato, casi sin jugadas de riesgo frente a los arcos, y después con los cambios se coloreó un poco el juego.

Abrió el marcador Santiago Quirós a la salida de un tiro de esquina, tras un rechazo corto de Sanguinetti ante un remate del increíblemente solitario Carbonero. Hasta ahí Racing daba la sensación de manejar un poco mejor la pelota, pero con el gol se empezó a retrasar en el terreno, y los locales empezaron a dar señales de vida.

Al rato, Sepúlveda empató con un buen cabezazo y 15 minutos después Ignacio Rodríguez, de mitad chilena y mitad tijera puso el 2-1. En la jugada también intervino Obando, que como Rodríguez había entrado en el segundo período.

Cacheteado por ese segundo gol, tardó en reaccionar el equipo visitante, que recién en los últimos minutos se fue al ataque con todo para buscar el empate, pero no tuvo precisión ni claridad para conseguir el objetivo.

Banfield, de flojito andar en el campeonato, celebró mucho la victoria. Racing, con la cabeza puesta en lo que ocurrirá el jueves próximo en el Cilindro, olvidará rápidamente este partido.