River solo sabe una cosa: que si no le hace por lo menos tres goles a Atlético Mineiro, se quedará afuera de la final de la Copa Libertadores en su propio estadio Monumental y ante 83 mil hinchas en las tribunas y millones delante de las pantallas de Telefé y Fox Sports. Si gana por tres goles de diferencia, forzará una infartante definición por tiros desde el punto del penal. Y si logra ganar por cuatro goles o más, le dará forma a una remontada histórica y definirá la Copa seguramente ante Botafogo de Río de Janeiro, el sábado 30 de noviembre también en el Monumental. Todo este escenario comenzará a darse a partir de las 21.30 de este martes. Con el arbitraje del colombiano Wilmer Roldán y en un marco en el que la gloria y el drama del fútbol son perfectamente posibles. 

Estaba dentro de los cálculos que Mineiro ganara el partido de ida. Lo que nadie supuso fue que River jugara tan mal, que no le saliera nada de lo previsto en el pizarrón por el técnico Marcelo Gallardo, que el propio entrenador fallara en el planteo y hasta en los cambios y que se perdiera por 3 a 0 un partido que hasta pudo haber tenido un final mucho peor si los brasileños no se hubieran dado por conformes en el cuarto de hora final.

"Tenemos que jugar un partido perfecto", dijo el "Muñeco". Y para que ello suceda, River deberá tener la firmeza defensiva, la capacidad de quite y generación de juego y el poder ofensivo que no tuvo el martes. La multitud bramará y le bajará a Mineiro toda la presión posible, buscando intimidarlo. La semifinal se remontará con gritos. Pero basicamente con fútbol. Y eso es lo que ha estado faltando en todo el ciclo de Gallardo. El técnico no ha podido reacomodar la mitad de la cancha. Y al colombiano Borja se la ha mojado la pólvora. Acaso porque la pelota ya no le llega como antes. O directamente no le llega.

Por estas horas, lo único que se sabe es que aunque Mineiro vuelva a jugar con sus tres delanteros de punta (Deyverson, Hulk y Paulinho) no volverá a repetirse la línea de cinco que Gallardo ensayó en Belo Horizonte. Bustos, Pezzella, Paulo Díaz o González Pirez y Enzo Díaz compondrán la defensa. Luego, empiezan las especulaciones: ¿Quien será el volante central? ¿Quienes irán por detrás de los delanteros? ¿Seguirá Nacho Fernández? ¿O habrá lugar desde el principio para Maximilano Meza, Pablo Solari o Manuel Lanzini? ¿Volverá a no tener minutos Franco Mastantuono o los tendrá en función de como se vaya dando el partido?

Gabriel Milito, el técnico de Mineiro, ¿meterá atrás a su equipo para aguantar la diferencia y dejar que el gasto lo haga River? ¿O volverán a tirarle pelotazos a sus delanteros para que ganen el duelo físico como lo ganaron el martes pasado? Milito dio una idea el sábado luego de poner un equipo alternativo y perder 3 a 1 ante Inter de Porto Alegre por el Brasileirao. "Nosotros tenemos una manera de jugar y no vamos a cambiar. Intentaremos desarrollar nuestro juego, realizar un buen partido, ser muy competitivos, ser valientes y jugar con personalidad”, dijo el DT. Y luego agregó: "He jugado muchas veces ante River, en cancha de ellos, y lo recomendable no es defender y meterse solo atrás". 

Si River hace un gol en el primer cuarto de hora o termina ganando en el primer tiempo, la proeza estará al alcance de las manos millonarias. Si pasa el tiempo y el gol no aparece, y mucho más si Mineiro estira la diferencia, la noche puede tener ribetes de pesadilla. Algo aparece claro: es un partido límite. Pase lo que pase, después nada será igual para River.