La Secretaría de Coordinación de Energía y Minería acordó este martes la suba del precio de los biocombustibles, destinados para la mezcla obligatoria por ley con las naftas y el gasoil. Se trata del paso previo para que las petroleras decidan aumentar sus precios en los surtidores. En el sector ya hablan de una suba de hasta 4% a partir de este viernes, aunque algunos hipotetizan con aún mayores aumentos.
En el último año, el precio de los combustibles subió 340% en CABA, número superior a la inflación interanual. Esto se debió, en primer lugar, al objetivo de YPF de cerrar la brecha de costos entre el barril criollo y el de paridad de exportación: es decir, que la nafta que se produce en el país se pague igual de la que se exporta a otros países.
También hubo variación entre los ajustes de los precios de las estaciones de servicio del AMBA y las de otras provincias, y el Gobierno que se jacta de no subir impuestos elevó las alicuotas al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
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