Este martes comenzó el paro de 36 horas de los trabajadores representados bajo la  Asociación Trabajadores del Estado (ATE) a nivel nacional. La medida de fuerza, que se extenderá hasta el miércoles 30 de octubre y coincide parcialmente con el paro de transporte, incluye una movilización hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que conduce Federico Sturnezenegger.

El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, reivindicó las protestas contra el ajuste económico del Gobierno nacional y señaló que algunos dirigentes sindicales "militan el miedo y la resignación en los sectores de trabajo": "Si no paramos ahora, ¿cuándo vamos a parar?", se preguntó Aguiar, en diálogo con la 750

El líder de los estatales a nivel nacional cuestionó las políticas de desgüace estatal y subrayó la importancia de "seguir convocando a estar en la calle" para lograr la reincoporación de los despedidos por el Gobierno y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. 

"No vamos a reincorporar a los despedidos presentando una notita por mesa de entrada", ironizó Aguiar, y señaló que en el año de gestión que lleva Milei ya se ven ganadores y perdedores del modelo de La Libertad Avanza. 

En el primer grupo se ubican el sector de hidrocarburos, energéticas, laboratorios, telecomunicaciones y alimenticias, porque a pesar de la caída del consumo quintuplicaron sus ganancias con las políticas de los últimos 11 meses. "En el caso de las jubilaciones, los ingresos de la clase media y de los sectores populares se derrumbaron", comparó el dirigente sindical en comunicación con Gustavo Campana.

En esa línea, Aguiar aseguró que Milei "es una simple marioneta" de los grupos concentrados del poder económico y calificó a Sturzenegger de "siniestro", "oscuro" y "casta": "Conocemos muy bien cada uno de los experimentos vinculados al desgüace del Estado y al remate del patrimonio estatal", manifestó el dirigente sindical. 

Por último, advirtió que este miércoles habrá un "virtual paro general" por la paralización del transporte, el apoyo de movimientos sociales, organizaciones de jubilados y estudiantes y los estatales, y concluyó: "Es una medida de fuerza que no sólo tiene consenso en las trabajdores y trabajadoras sino que empieza a tener legitimidad en la sociedad"