Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), entre enero y septiembre los argentinos demandaron 193.430.327 kilos de yerba mate, contra 211.913.639 en igual período del año pasado, lo que representa una contracción del 9,5 por ciento. Se trata de una caída considerable si se tiene en cuenta que la yerba es un producto relativamente inelástico al deterioro del ingreso, debido a que es una infusión "barata" y de uso cotidiano para millones de personas. Aun así, la crisis pudo con el mate.

En promedio se vendieron casi 68.000 kilos menos de yerba por día y la caída acumulada en los primeros nueve meses asciende a 18.483.312 kilos. Por otro lado, tuvo un repunte el mercado externo de 2.678.159 kilos respecto de 2023, lo cual supone un avance interanual de casi el 9 por ciento. Así, podría cerrar el año con unos 42.000.000 de kilos exportados si se mantienen los embarques.

El INYM también remarca que en el último año también creció la elección de los paquetes de medio kilo por parte de los consumidores argentinos, mientras que se retrajo el peso del paquete de kilo. Se trata de un ejemplo más dentro de un amplio abanico de acciones que tomaron los consumidores al calor de la crisis.

Por el lado de la producción, en los primeros nueve meses del año ingresaron a los secaderos 968.057.487 kilos de hoja verde. Se trata de un número históricamente muy alto, asociado a la regularización de las precipitaciones, “que hizo que los yerbales incrementaran su producción e ingresaran en estos nueve meses casi 118.000.000 de kilos más. La contracara es que ante semejante oferta, el sector industrial tiró abajo los precios, incluso por debajo de lo que se pagaba el año pasado", advierte el INYM.

"Además, se plantó mucha yerba que todavía no entró en producción, así que es probable que en la próxima zafra haya aún más kilos de hoja verde. Por eso, se espera que el mismo productor se autorregule y no coseche todos sus yerbales para evitar que el precio de la materia prima siga cayendo", agrega el Instituto.