El Gobierno confirmó que interrumpirá el contrato vigente con Casa de Moneda para imprimir billetes de $1.000 y $2.000, al tiempo que anunció la designación de un interventor en ese organismo. El nombramiento recayó sobre Pedro Daniel Cavagnaro, que de esa forma reemplazará a Daniel Méndez en la conducción de la sociedad del Estado, que según fuentes gremiales es un funcionario de confianza del ministro Luis Caputo.

El vocero presidencia, Manuel Adorni, informó en conferencia de prensa que la intervención será por 180 días. El billete de 2000 pesos, con las efigies de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson fue puesto en circulación en el año 2023, pero a criterio del gobierno "no tiene sentido seguir con la emisión de billetes de baja denominación por una relación costo beneficio".

“Seguramente a partir de mañana haya alguna novedad adicional sobre el camino que se va a tomar. Pero lo que queremos es hacer más eficiente la Casa de Moneda. Cada vez se están usando más las billeteras virtuales, y el pago electrónico también con tarjeta de crédito. Entonces entendemos que no tiene mucho sentido seguir con ese nivel de ineficiencia en la impresión de billetes”, comentó Adorni.

Con esta decisión, Casa de Moneda quedó más cerca de la inactividad total. En los últimos días la dirección del organismo informó al personal la finalización de la producción de billetes y la decisión de que el personal que no tenga actividad para hacer se tome vacaciones, a través de un comunicado interno.

Antes de este anuncio, ya se había dado a conocer la decisión del Banco Central de dejar sin efecto el contrato para la impresión de los billetes de 1000 y 2000 pesos. Dicha resolución se tomó en la reunión de Directorio del pasado viernes, motivada en dos razones contundentes, según explican en la autoridad monetaria. La primera es “el incumplimiento total” del cronograma de entrega de billetes por parte de Casa de Moneda de tres contratos sellados por la gestión de Miguel Pesce durante el gobierno anterior. La segunda razón, es que Casa de Moneda le cobró al BCRA por esa impresión un precio que representa el doble de lo que cuesta hacer esos billetes en el exterior, en base a lo pagado por el BCRA en estos días para la llegada del nuevo billete de $20.000, según la misma fuente.

El contrato con el exterior al que refiere este comentario es el que adjudicó el Banco Central este año, a través de una licitación privada en vez de pública (la primera se hace exclusivamente entre oferentes invitados a participar, la segunda es un concurso abierto) "de la cual participaron exclusivamente empresas de China, España y Brasil, con expresa exclusión de Casa de Moneda S.E.", denuncia en su oportunidad la Federación Gráfica Bonaerense.

Dicho proceso por parte de la autoridad monetaria, que encabeza Santiago Bausili, se hizo contrariando lo que establece la Reglamentación de Contrataciones del BCRA, marginando a Casa de Moneda de los últimos llamados a licitación para la impresión de billetes de 2000,10.000 y 20.000 pesos.

Ya en ese momento, la Federación Gráfica Bonaerense denunció "el proceso de vaciamiento al cual está siendo sometido Casa de Moneda Sociedad del Estado".

"La planta de Casa de Moneda no sólo está dotada de la capacidad técnica para atender las necesidades del ente emisor de moneda, sino que además se presume que podría haber competido con menores precios que la adjudicataria, China Banknote Printing and Minting Corp. (CBPM), cuya contratación además significa una salida de divisas que en el caso de haber contratado a la empresa estatal, sólo se hubiera limitado a los insumos importados que utiliza", apuntaron desde la dirigencia del gremio gráfico, que encabeza Héctor Amichetti.