Una exempleada del Hotel Dubrovnik, el alojamiento turístico que este martes a la madrugada se derrumbó en Villa Gesell, contó por la 750 cómo era la dinámica de trabajo en el alojamiento, y se mostró consternada por la tragedia que enlutó a la ciudad. 

Laura Miño pasó una sola temporada turística en el hotel de diez pisos ubicado en el barrio norte de Villa Gesell; sin embargo, aseguró que fue un tiempo más que suficiente para entablar un lindo vínculo con sus compañeros.

Pero, particularmente, concluyó una relación de afecto con Rosa, la histórica dueña del hotel de diez pisos, que el verano pasado tomó la decisión de ponerle punto final a una historia y vendió el negocio.

“Trabajé esta última temporada con ellos. Hasta marzo. Yo fui mucama. Mantenemos una muy linda amistad con Rosa, que es la exdueña. Porque ella cuando yo ingresé a trabajar ya nos había dicho que el hotel estaba vendido”, relató.

Sin embargo, pese a la decisión, Rosa se encontraba en el lugar a la hora del accidente: “Debajo de los escombros, lamentablemente está Rosita, está su sobrino Nahuel, está Dana, que fue una excompañera mía de recepción”.

También relató que hay obreros que hacían tareas de remodelación y las fuerzas de seguridad buscan más personas del edificio lindero al hotel, que también fue fuertemente afectado por el accidente.

Con la voz quebrada, Miño afirmó: “A mí me tocó una temporada y fue suficiente para conocer lo excelente persona que es Rosa. No tengo más que palabras de agradecimiento a ella. Ella quería que sigamos todos con su fuente de trabajo (tras la venta del lugar)”.