Con el objetivo de reencauzar la negociaciones con el gobierno chino previas a la visita de Mauricio Macri en marzo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, viajó esta semana a Beijing. El objetivo es tratar de cerrar financiamiento por unos 33.000 millones de dólares para proyectos para ocho provincias argentinas, pero la relación todavía continúa tensa por las obras paralizadas en materia energética. El macrismo frenó obras estratégicas en generación de energía eléctrica por unos 30.584 millones de dólares. La respuesta de las autoridades chinas al gobierno argentino fue que primero se reactiven los acuerdos preexistentes.
Frigerio arribó con un ambicioso plan de 19 proyectos de obra pública para iniciarse posiblemente el año próximo. En materia energética se trata de obras de menor envergadura que las congeladas este año.
Entre las principales propuestas se encuentra una planta fotovoltaica Cauchari, en Jujuy, para la generación de energía verde con una inversión de 450 millones de dólares. Se suma el aprovechamiento hidroenergético El Tambolar, en San Juan, el cuarto dique que se planificó sobre las aguas del río San Juan, para lo cual se necesitaría un desembolso de 1100 millones de China.
También está prevista la construcción del Parque Eólico Arauco, en La Rioja (104 MW) con una inversión de 357 millones de dólares. En el caso de Chihuido I en Neuquén, se pretende reactivar el proyecto, pero ya sin financiamiento ruso. En este caso están en disputa las empresas chinas Gezhouba Group, PowerChina e HidroChina Corporation. Por último, se presentó un proyecto para la represa Potrero del Clavillo, en Tucumán y Catamarca, en una obra de unos 1000 millones de dólares.