El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, ratificó ayer que no habrá ajustes en el precio de los combustibles en lo que resta del año, pero las petroleras presionan para que se habiliten nuevos ajustes a partir de enero. El funcionario mantuvo una reunión el lunes pasado con los empresarios y el próximo lunes seguirán negociando. Las refinadoras, encargadas de producir y vender las naftas, sostienen que todavía no terminaron de trasladar a precios la devaluación del peso concretada a fines de 2015. Afirman que desde entonces el dólar subió 60 por ciento y las naftas “apenas” 31 por ciento, recortando su margen de ganancias.
“Hemos anunciado y discutido con las empresas del sector que no vemos lugar para que haya nuevos aumentos de combustible para lo que resta del año”, aseguró ayer Aranguren, pero restan poco más de 20 días para que termine el 2016. Por lo tanto, la discusión está centrada en lo que pasará a partir de enero. Las petroleras sostienen que medidas en dólares las naftas están casi un 20 por ciento más baratas que hace un año y eso afecta su rentabilidad y sus inversiones. YPF fue una de las firmas que más presionó para lograr un ajuste adicional en estos meses, pero finalmente el incremento quedó postergado para 2017. Ahora la fecha se acerca. Por eso el lunes volverán a reunirse. Cerca de Aranguren dicen que no quieren imponerle un valor a la industria y que el precio debe surgir de la oferta y la demanda. Por eso, afirma que quiere que el precio internacional y local converjan gradualmente para que a partir de entonces. “Esperamos que haya un acuerdo y que haya un gradualismo para llegar al precio internacional en junio/julio de 2017”, aseguró.
Las discusiones con las empresas productoras y con las refinadoras, integradas y no integradas, incluyen la revisión a la baja del actual esquema de precios diferenciados para el crudo local en sus variedades Medanito y Escalante, que hoy se ubican en torno a los 61 y 52 dólares el barril respectivamente, frente a una cotización internacional que ronda los 48 dólares. Al respecto, Aranguren evalúa las consecuencias que ello trae aparejado para las inversiones en exploración y producción, puestos de trabajo e ingresos por regalías a las provincias petroleras. En los últimos meses el ministro busca ultimar los detalles de un acuerdo para ajustar los costos de la actividad en yacimientos no convencionales de la Cuenca Neuquina, con gobernadores, empresas operadoras y sindicatos, sin que haya podido ser anunciado.