El gobierno de Javier Milei, que al parecer soñaba con ser una administración ejemplar, se tambalea nuevamente, esta vez con una danza de despidos digna de un circo. En la última función, la canciller Diana Mondino fue despedida, no sin antes experimentar la amarga sensación de ser víctima de la ira presidencial tras el reciente voto de Argentina en contra del bloqueo a Cuba en la Asamblea de Naciones Unidas. A menos de un año del comienzo de su gestión, el gobierno ya echó a más de 50 funcionarios.
En el caso de Mondino, ya había rumores de su apartamiento. La canciller cordobesa no solo había caído en desgracia, sino que su despido fue confirmada con la efusividad que caracteriza a Milei cuando siente que lo engañan. Gerardo Werthein, actual embajador en Washington, ocupará su lugar, porque claro, en este espectáculo la rotación de personajes es constante.
Ni un día de paz
Ayer mismo, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, le pidió la renuncia a una funcionaria de su cartera después de que se conociera que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, Yanina Nano Lembo, había gastado casi 2 millones de pesos en una cafetera y otros 3 millones por un servicio de catering para un almuerzo. Se trata de Constanza Cassino, la ahora exsubsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Niñez y Familia, a quien eyectaron de la cartera "en cuanto la ministra Pettovello se enteró de la situación de la compra de la cafetera", según anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Tres doritos después
Hace dos semanas, el gobierno de Javier Milei decidió echar a dos funcionarios del Ministerio de Transporte a quienes responsabilizó por un escandaloso contrato de catering. Parece que a los funcionarios libertarios les gusta la comida gourmet. Lo que no les gusta mucho es pagarla de su bolsillo.
En este caso, fue el propio secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien comunicó la decisión del apartamiento de dos de los miembros de su cartera. Lo hizo a través de sus redes sociales. Además, anticipó que abrirían una investigación para realizar una auditoría profunda en el organismo.
"Debido a la contratación de un servicio de catering por 13 millones de pesos y de diversas irregularidades detectadas sobre la Junta de Seguridad en el Transporte, hemos decidido desvincular al titular de la JST, Julián Obaid, y al Director de Relaciones Institucionales, Hilario Lagos", escribió Mogetta en su cuenta de X.
La danza de despidos
El clima de inestabilidad no es nuevo. Desde el inicio de su gobierno, Milei llevó a cabo un despido tras otro, haciendo que el circo político se llene de payasos y magos que desaparecen sin dejar rastro. Entre los nombres que han caído en esta ola de despidos se encuentran:
- Guillermo Ferraro, exministro de Infraestructura
- Nicolás Posse, exjefe de Gabinete
- Pablo de la Torre, exsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia
- Omar Yasín, exsecretario de Trabajo
- Osvaldo Giordano, extitular de la ANSES
- Eduardo Rodríguez Chirillo, exsecretario de Energía
- Mario Russo, exministro de Salud
- Julio Garro, exsubseretario de Deportes
Además, en el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, se contabilizan más despidos, como Flavia Royón y Fernando Vilella, quienes también fueron víctimas de esta cacería de brujas. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad parece haber encontrado su estabilidad, con solo tres despidos, mientras que el resto de las carteras se tambalean entre rumores y renuncias.
Un gobierno a la deriva
Las constantes bajas despertaron las dudas sobre el rumbo de la administración de Milei, que cada día parece más un barco a la deriva. Los despidos, que son muchas veces atribuidos a acuerdos políticos o desconfianza, dejaron más caos y confusión en las filas del gobierno.
Con cada salida, crece la percepción de que Milei y su equipo están lidiando no sólo con un alto índice de rotación, sino con una falta de visión que puede costarle caro en el futuro.
Así, mientras el circo político continúa su función, el público se pregunta: ¿cuántos más serán despedidos antes de que el telón caiga?