“Son unos desgraciados y perversos”, descargó su bronca Itatí Leguizamón, esposa de uno de los tripulantes del ARA San Juan, en la puerta de la base naval de Mar del Plata tras recibir allí la noticia de lo ocurrido con el submarino y acusó a las autoridades de haberles mentido. Su enojo es compartido por el resto de los familias de los submarinistas que reaccionaron con críticas al manejo de caso que hicieron la Armada y el Gobierno.
“Hubo escenas de destrozos, rompieron todo”, reveló Leguizamón sobre la reacción de los familiares al ser notificados por las autoridades militares de la explosión interna registrada en el submarino desaparecido hace ocho días. “Todos explotaron y nos dejaron ahí, leyendo el comunicado”, criticó la mujer, esposa del radarista del ARA San Juan, Germán Suárez.
Según el relato de Leguizamón, los familiares de los 44 submarinistas “no dejaron que se siga leyendo” el parte oficial. Contó que “se les abalanzaron” a quienes lo leían y se pusieron “agresivos y les empezaron a gritar ‘hijos de puta’” a las autoridades de la Armada.
De acuerdo con su relato, el retraso de dos horas en la entrega del parte oficial hizo que en el ambiente ya hubiera sospechas de que “algo malo estaba pasando”. Luego, al entrar, “pidieron que se quedaran los familiares más cercanos” y les dijeron que “hubo una explosión a las 11 de la mañana” y que “detectaron la señal ahora”.
“¿Quién es tan estúpido para creer eso?”, sentenció Leguizamón, visiblemente consternada por la noticia. “¿Si antes habían dicho que hubo una falla leve, el incendio, por qué después dicen que fue una explosión?”
Consternados, los familiares que salieron de la reunión en que se les entregó la información oficial y evitaron el contacto con la prensa. Uno de ellos, antes de retirarse de la Base Naval de Mar del Plata, gritó desde un auto: “¡Mataron a mi hermano porque los sacan a navegar con alambre, hijos de puta!” Luego exclamó que todo ocurrió porque “los jefes se roban toda la plata” y pidió al presidente Mauricio “Macri: hacelos mierda”.
Leguizamón, de profesión abogada, sostuvo que una de las suposiciones compartidas con el resto de sus pares es que el dato de la explosión de sabía desde antes y que el operativo de búsqueda fue hecho solo “para quedar bien”. “Mi enojo es porque creo que son unos desgraciados y perversos que nos tuvieron una semana. ¿Por qué no nos lo dijeron antes? No soy experta pero como no van a saber que hubo una explosión. Nos mintieron”, protestó.
“Mandaron una mierda a navegar”, dijo la esposa de Suárez, para quien todo lo ocurrido es producto del “abandono que tiene la Armada; desde la década del 70 que nadie invierte un peso”. En este sentido, aseguró que, según le contó su esposo, hubo incidentes anteriores con esa nave. “Tuvieron inconvenientes en 2014, no pudieron emerger; pero emergieron y no trascendió”, dijo.
En su opinión, lo ocurrido “es responsabilidad del anterior gobierno y del actual, la responsabilidad es compartida”, sentenció. Por último, al ser consultada sobre si creía que su marido estaba vivo, la mujer respondió: “Ya fue”. Y comentó que, debido a los riesgos de su profesión, “él estaba preparado para la muerte; siempre se confesaba, estaba en paz”.