El dramático episodio meteorológico que arrasa el litoral mediterráneo español es una Depresión Aislada de Niveles Altos, DANA, término adoptado oficialmente por la Agencia Española de Meteorología (AEMET) desde mediados de los años 80 del pasado siglo, aunque los medios de comunicacion seguirían llamando a estos fenómenos repentinos y violentos "gota fría", un término comodín que no es del todo exacto.

Ya en 2004, el veterano físico Francisco Martín León explicaba en un artículo para la AEMET que cuando uno se refería a una gota fría no necesariamente se debía a una depresión a niveles altos: "En la terminología española hemos añadido explícitamente el concepto de 'niveles altos' para diferenciarlas de otro tipo de depresiones o bajas aisladas, como, por ejemplo, las de origen térmico que se dan en la península durante los meses cálidos en capas bajas", apuntaba en el citado artículo.

Martín León describe el fenómeno de las DANA de una forma amena y comprensible. Éste se origina por una excesiva ondulación de la corriente en chorro polar, una banda de vientos fuertes, de hasta 180 km/h, que fluye de oeste a este a una altura máxima de unos 9.000 metros y que rodea la Tierra.

"Cuando el chorro, originalmente rectilíneo, se intensifica, se ondula y toma una componente norte-sur muy marcada, se puede generar un proceso de aislamiento y estrangulamiento de parte de esta circulación intensa", explica. "Estas circulaciones se aíslan de la circulación general, se alejan de las zonas de origen y llegan a cerrarse sobre sí mismas", añade. Es entonces cuando puede formarse una DANA.

Una catástrofe prevista

En este mensaje que publicó la AEMET el sábado 26 de octubre, es decir, tres días antes de que se produjesen las catastróficas inundaciones en la provincia de Valencia y otros lugares cercanos, se puede ver perfectamente cómo se pudo prever la evolución de esta depresión que, unida a la temperatura y humedad del Mediterráneo, ha castigado amplias zonas del levante español con lluvias torrenciales y persistentes, y ha causado decenas de muertes quién sabe si muchas de ellas evitables.

La definición de DANA (que en inglés es cut-off low o baja desprendida o aislada) es, por tanto, "una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrograda (su desplazamiento es, en estos casos, de dirección este-oeste)".

Afortunadamente, cada vez se habla menos de gota fría — término que mencionó por primera vez el meteorólogo Manuel Ledesma Jimeno y popularizó el "primer hombre del tiempo" en TVE, Mariano Medina— y más de DANA cuando sucede este fenómeno atmosférico, tan concreto y perfectamente descrito por la ciencia. No hay más que comparar ambos términos en Google Trends para comprobar su adopción en los últimos años.

Como curiosidad, el acrónimo español DANA se escogió en homenaje al meteorólogo Francisco García Dana (1924-1984), quien ocupó la jefatura del Centro de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología (INM) desde 1979 hasta su muerte en 1984.