La “motosierra” avanza y la Argentina está cada vez más aislada del mundo cultural. Si por primera vez en 62 años interrumpidos, el país no tuvo un stand oficial en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, un encuentro clave para la industria editorial porque concentra la mayor parte del negocio de compra y venta de derechos, tampoco habrá presencia oficial en la 38° Feria Internacional del Libro de Guadalajara, una de las más importantes de Iberoamérica, que se realizará entre el 30 de noviembre y el 8 de diciembre. En esa edición, precisamente, la escritora argentina Gabriela Cabezón Cámara recibirá el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Las niñas del naranjel. En el frente interno, los Premios Nacionales 2023 (que abarca las producciones del período 2019-2022), no serán entregados este año, como correspondía. La demora se debe “al desorden que dejó la gestión anterior”, expresaron fuentes de la Secretaría de Cultura de la Nación. 

La Unión de Escritoras y Escritores (UEE), presidida por Marcelo Guerrieri, cuestionó en un comunicado la “suspensión” de los Premios Nacionales -responsabilidad de la secretaría de Cultura de la Nación- y la “deserción” de la Cancillería en la Feria del Libro de Guadalajara. “En estos días el mundo autoral y la sociedad en general se han enterado que la entrega de los premios que correspondían a Letras (poesía), Artes escénicas (texto dramático), Ensayo político y psicológico, así como a Música (tango y folklore) y Producciones estéticas contemporáneas (ensayo curatorial) del período 2019/2022 se ha ‘suspendido’. Y el argumento ofrecido es, cuanto menos, pueril. Porque casi un año después no se puede achacar la imposibilidad de concretarlo al ‘desorden que dejó la gestión anterior”. Además, la convocatoria para el año que viene brilla por su ausencia. ¿No es esto, sencillamente, motosierra?”.

“Al menos, el filo de esta herramienta ya viene cortando con mano diestra en la cultura y el arte”, continúa el comunicado de la UEE. “Nada más que para señalar unas pocas decisiones, recordemos que la Secretaría de Cultura abandonó su presencia en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires mientras que la Cancillería aprobó una suma irrisoria al Programa Sur que subsidia traducciones y desertó de la contratación del stand argentino de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt”. La entidad que aglutina a unas 250 escritoras y escritores anticipó que en pocos días la Cancillería dará “otra mala noticia” porque debería estar contratando el montaje del stand en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cosa que tampoco hará. “Lo cual resulta aún más grave que la deserción en Frankfurt, ya que para los autores y títulos argentinos, Guadalajara tiene mayor dimensión y potencial de proyección. En ella se negocian más acuerdos de derechos, coediciones y exportaciones físicas y, como despliega un importante programa cultural, permite a escritoras y escritores locales participar de presentaciones, mesas redondas, conferencias, recitales”.

La secretaría de Cultura, en vías de traspaso del ministerio de Capital Humano a la secretaría General de la Presidencia a cargo de Karina Milei, justificó la demora en entregar los Premios Nacionales porque la resolución que habilitó la convocatoria 2023 fue firmada 48 horas antes del cambio de gobierno. Entre los motivos de la postergación agregaron que todos los miembros del jurado de la categoría Ensayo Político (Santiago Iorio, Julia Rosemberg, Toms Aguerre y Guillermina Díaz) renunciaron y que esta renuncia “imprevista” dilató los tiempos.

Guerrieri, presidente de la UEE, observa que para intentar interpretar las intenciones del gobierno “tenemos que prestar atención a lo que hace”, precisa el escritor a Página/12. “Más que destruir el estado desde adentro, esta gestión busca reconfigurar el estado en una dirección particular. La literatura, como forma de expresión de nuestra sensibilidad, que nos ubica en lugares destacados a nivel internacional, basta prestar atención a las distinciones que escritoras y escritores argentinos recibimos, no tiene lugar en este proyecto económico social de reconfiguración del estado hacia una mayor dependencia económica y una menor soberanía . En ese sentido, la no asistencia a las ferias internacionales más destacadas, más que una ausencia del estado creo que es una intervención en esa dirección”, analiza Guerrieri.

“La literatura pone a trabajar nuestra sensibilidad para imaginar mundos posibles, para tensar los límites del lenguaje, los matices, los puntos de vista; en una pluralidad de voces, nuestros textos dialogan en la construcción de una literatura nacional que se destaca y brinda sustento a los trabajadores de una industria que requiere del apoyo del estado para dinamizarse. Las ferias de Frankfurt y Guadalajara son espacios destacados para esa dinamización, en particular para los escritores, último orejón del tarro de la industria editorial. Al igual que con las universidades, que hoy están sufriendo un recorte nunca antes visto, estoy convencido de que no se trata de un tema presupuestario sino de esta reconfiguración del estado. La literatura, parte del campo cultural, se afirma en el acto creativo. En la afirmación de ese valor nos destacamos y seguiremos haciéndolo tanto en nuestras obras como en la manera de disputar espacios materiales y simbólicos”, concluye el presidente de la UEE.