Del 18 al 25 de octubre, Andrea Fiorino estuvo internada en la habitación 102 del sanatorio Delta. Esa semana, tuvo su teléfono en la mesita de luz, mientras su salud se deterioraba sin diagnóstico certero. El viernes 25, a las 19.30, sufrió un paro cardíaco y murió. Ese día, además, su celular desapareció. Esta semana, las primas reclamaron al centro de salud por el dispositivo, que no tiene valor económico, pero sí contactos, fotos, información sensible de la actriz. La respuesta del Delta a la familia fue: "Lamentamos profundamente este episodio que se suma al fallecimiento de la señora. Se realizó una investigación interna minuciosa, desgraciadamente infructuosa. Con pesar les decimos que no tenemos respuesta".