Una avioneta aterrizó a ultima hora del miércoles en la zona rural de Andino, con casi 500 kilos de cocaína de alta pureza. La Gendarmería había sido avisada desde Santiago del Estero sobre la presencia de la aeronave, un Cessna 206, y llegó al lugar veinte minutos después que tocara tierra. Dos camionetas estaban esperando la carga se dieron a la fuga, al igual que el piloto, que sin embargo fue ubicado a media mañana en la misma jurisdicción, a orillas del río Carcarañá, por el cuerpo de bomberos de la zona, y entregado a la comisaría del lugar. El hombre resultó ser un comandante de la Fuerza Aérea de Bolivia, donde tiene un pedido de 30 años de prisión por haber participado de una masacre de 10 civiles en noviembre de 2019, durante las protestas contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez. La fuerza federal halló también con las primeras luces del día tachos de combustible para reabastecerse para el regreso de la nave cuya  matrícula, CP-3350, es de Bolivia. La droga estaba dividida en 11 bultos que contenía 430 “ladrillos”, tallados con la imagen de un toro en una de sus caras. El fiscal federal de San Lorenzo Claudio Kishimoto, llego al lugar y encabeza la investigación. Sin prestar atención al show político montado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y su par de Defensa Luis Petri.

Kishimoto estuvo presente en el lugar y desde allí instruyó a las fuerzas de seguridad para tratar de ubicar a el o los tripulantes de la aeronave, y la ruta de dos camionetas que hacían de apoyo. La droga incautada tenía el sello de un toro en bajo relieve que, de acuerdo con la fiscalía, identifica a un cartel de la provincia de Tucumán.

En uno de los rastrillajes realizados esta mañana por orden del fiscal, alrededor de las 6.40 personal de Operaciones Montadas de Gendarmería halló nueve tachos cargados de combustible de avión, junto a dos bombas de eléctricas de abastecimiento, en los alrededores del campo donde aterrizó la aeronave.

La avioneta fue detectada sobrevolando, sin autorización, la localidad de Pozo del Toba, provincia de Santiago del Estero, por el Grupo de Control y Vigilancia Aeroespacial.

A las 14.46 del miércoles se emitió una alerta a la Sección de Investigación Antidroga Rosario, dependiente de la Agrupación XV de Gendarmería Nacional. Luego, y según los informes oficiales, los aviones de la Fuerza Aérea Argentina le practicaron un seguimiento a la aeronave, constatando que se trataba de una avioneta de matrícula boliviana.

Sobre las 19.19, personal de Gendarmería recibió una notificación a través de la cual se confirmó que la avioneta había aterrizado en un campo cercano a la localidad de Andino, al sur del río Carcarañá, el que hace las veces de límite entre los departamentos Iriondo y San Lorenzo. En el lugar se habían divisado dos camionetas de respaldo, una de color blanco y la otra negra. El aparato en cuestión, dijo el fiscal Kishimoto, no necesita una gran distancia para aterrizar, sino apenas unos 150 metros.

A las 19.48, los gendarmes llegaron a la zona y constataron la presencia de una avioneta Stationar 6 II, matrícula boliviana CP-3350, con bultos en su interior. Sobre las 22.30, los funcionarios de la Sede Fiscal Descentralizada de San Lorenzo con Kishimoto, el fiscal coadyuvante Francisco Bernhardt y el auxiliar fiscal Agustín Mori, tomaron intervención en el caso y de inmediato tramitaron ante el juez federal Marcelo Bailaque la autorización para iniciar la requisa.

En primer lugar, el personal de criminalística levantó rastros, secuestró documentación en el interior de la avioneta, y efectos que pudieran estar vinculados al caso. También se procedió al análisis de lo que se sospechaba era material estupefaciente, que arrojó un peso total de 475,412 kilogramos de cocaína, dispuestos en 430 “ladrillos” compactos en once bultos.

En la mañana de ayer continuaron las medidas complementarias para determinar, entre otras circunstancias, la ruta de las dos camionetas que habrían servido de apoyo, y si el desembarco de la droga tenía una conexión local. En ese marco, se produjo el rastrillaje en el que se halló el combustible.

Un hombre de 57 años, militar y de nacionalidad boliviana, fue detenido a media mañana en Andino, sindicado como el principal sospechoso de ser el piloto de la aeronave abandonada con casi media tonelada de cocaína. La detención se concretó a partir del llamado a los bomberos de un vecino que divisó a un hombre atrapado en una barranca y con supuesto riesgo de caer al cauce del río Carcarañá. Al lugar arribó también la policía de Santa Fe que, tras esperar que la persona fuera rescatada y puesta a salvo, procedió a su identificación.

El hombre no pudo justificar su presencia en el lugar y aportó varias credenciales que confirmaban su procedencia de Bolivia y, al menos de forma preliminar, su presunto vínculo con la avioneta abandonada cargada con 475 de cocaína.

El sospechoso fue identificado como Oscar Armando Caba Hurtado, es un militar reservista que desde 1989 perteneció a la Fuerza Aérea de Bolivia y está acusado de perpetrar delitos de lesa humanidad en los sucesos del 15 noviembre de 2019 durante la presidencia de facto de Jeanine Áñez tras la renuncia forzada de Evo Morales. En rigor el militar está acusado de participar de la llamada Masacre de la localidad boliviana de Sacaba (departamento de Cochabamba) donde 10 civiles murieron por balas de militares especializados en medio de protestas contra Yáñez.