El número provisional de fallecidos por las inundaciones en España asciende a 158, de los cuales 155 perdieron la vida en la provincia de Valencia, otros dos en la de Castilla - La Mancha y uno en Andalucía, pero a esta hora sigue habiendo una cifra indeterminada de desaparecidos y la emergencia continúa.

El último recuento facilitado por Emergencias de la Generalitat Valenciana eleva en las últimas horas a 155 el número de víctimas mortales y puede aumentar, a medida que los equipos de intervención y rescate consiguen acceder a las zonas afectadas.

Una de las localidades más perjudicadas de la provincia fue Paiporta, a diez kilómetros de la capital valenciana, donde fueron recuperados los restos mortales de unas 45 personas. En los municipios La Torre y Castellar se contabilizaron trece muertos. En la región de Castilla-La Mancha los fallecidos son dos, aunque hay un número indeterminado de desaparecidos.

Las imágenes devastadoras muestran calles convertidas en ríos, coches amontonados como si estuvieran en un desguace y muros destrozados con el mobiliario de las casas flotando en estanques de barro.

Lo peor y lo mejor

La tragedia está sacando lo peor y lo mejor del ser humano y, en el primer caso, figuran los detenidos por robos, hurtos o pillajes aprovechando el caos que reina en distintos puntos afectados.

La Fiscalía Provincial de Valencia anunció que pedirá prisión provisional para todos los detenidos porque esta realidad es "de todo punto intolerable, moral y penalmente", teniendo en cuenta el "desamparo de las víctimas, con desprecio a las mismas e intentando la impunidad".

No obstante, también motivó una oleada de solidaridad que se manifiesta en la organización de minutos de silencio, la recogida de materiales y dinero para ayudar a las personas afectadas por la catástrofe y otras iniciativas de apoyo.

Los latinos, muy afectados

Cientos de latinoamericanos tratan de reponerse al peor temporal de este siglo en España. El temporal se ha cebado especialmente en municipios del anillo metropolitano de la ciudad de Valencia como Paiporta, donde varios cientos de colombianos seguían este jueves atrapados, al igual que en otras poblaciones próximas.

En estas circunstancias, conseguir alimentos y agua potable se ha convertido en todo un reto vital, reconoce la hondureña Yesenia Zelaya. "La gente va como loca en las calles, desesperada, buscando de todo", pero en los supermercados no queda "nada de nada", relató en una conversación telefónica desde su vivienda, en una cuarta planta de un edificio de cinco de Paiporta, considerada la zona cero de las inundaciones. En este municipio, con decenas de víctimas mortales, en las últimas horas volvió la electricidad y las comunicaciones móviles se recuperan poco a poco. Más de 34.000 colombianos y 12.000 hondureños residen en la zona afectada por el temporal.

Mientras tanto, un gran despliegue de personal con vehículos y helicópteros, incluida la Unidad Militar de Emergencias, sigue buscando a decenas de desaparecidos entre toneladas de barro y escombros.

Con los cortes de luz y las comunicaciones caídas, las tareas de búsqueda se complican y amigos y familiares de afectados han recurrido a las redes sociales para buscarlos. Fue el caso del colombiano Jhon Anderson Jaramillo Trejos, de quien buscaban información a través de un grupo de Facebook de colombianos en Valencia y que apareció la mañana del jueves, según confirmó la familia.

Entre tanta catástrofe, hay historias como la del colombiano Jean Paul Molina, quien sorteó en la madrugada lodo, barro, corrientes y vehículos varados para llegar a casa a pie, tras caminar 16 kilómetros con agua por encima de la cintura, después de quedar atrapado durante horas en su trabajo por el temporal.