La localidad de Coronel Juan Solá, más conocido por el nombre de su estación de trenes, Morillo, vivió ayer un día de conmoción pública inusitada por la presencia de gendarmes y agentes de Aduana que llevaron a cabo nueve allanamientos en diferentes viviendas del pueblo y en la finca del intendente Miguel "Atta" Gerala. 

Los operativos, que también alcanzaron una vivienda en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, se realizaron en el marco de una investigación que lleva adelante el fiscal general federal Eduardo Villalba, de la Unidad Fiscal Salta, por la sustracción a gran escala de rieles del Ferrocarril Belgrano. En total, se allanaron nueve inmuebles, entre ellos, una finca del jefe comunal de Morillo.

El intendente Gerala, un histórico dirigente político del norte salteño, es considerado el principal sospechoso de integrar una organización cuyo "brazo ejecutor" eran hombres de comunidades indígenas de la zona que cortaban y extraían los rieles que luego eran enviados al Estado Plurinacional de Bolivia, donde eran reducidos. 

En los procedimientos se detuvo a dos personas, de apellido Gerala y Medina. Por trascendidos se sabe que uno sería José Miguel Gerala, el hijo del intendente. Además, secuestraron alrededor de 152 rieles y dinero que estaba en una de las propiedades allanadas. La audiencia de imputación formal de los dos detenidos será hoy, ante el juez federal de Garantías de Orán, Gustavo Montoya. 

La fiscalía federal informó que esta investigación se originó en una denuncia formal; que esta pesquisa demandó "varios meses de tareas investigativas", durante los que se llevaron a cabo varias medidas en busca de reunir pruebas, como las de ayer, concretadas por personal de Gendarmería Nacional y de la Dirección Regional Aduanera Noroeste.

Por otro lado, a finales de septiembre último, la fiscalía federal de Tartagal imputó formalmente a dos hombres detenidos cuando junto a una cuadrilla extraían rieles del Ferrocarril Belgrano en un tramo ubicado en la localidad de Coronel Cornejo, a más de 150 kilómetros de Coronel Juan Solá. 

Entonces se informó que se habían llevado a cabo una seguidilla de procedimientos por hechos de la misma naturaleza. En este caso intervino la jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Soledad Hernández, que hizo lugar a la imputación contra José Nicolás Peralta y Raúl Ricardo Vizgarra, por el delito de "robo agravado por ser cometido en banda, en grado de tentativa y en calidad de coautores". Ambos quedaron en prisión preventiva. 

En esa audiencia el fiscal federal de Tartagal, Marcos Romero, resaltó que hubo un grave daño al patrimonio estatal, y aseguró que la sustracción en Cornejo era parte de la acción de una organización delictiva. 

El robo de Coronel Cornejo fue descubierto porque a alguien alertó sobre la presencia de camiones cargados con rieles que se trasladaban hacia el norte. La Policía de la provincia sorprendió a los ladrones en la finca La Celina, a 6 kilómetros de Coronel Cornejo. Ahí dieron con una veintena de personas que extraían los rieles de las vías férreas valiéndose de sopletes. Ni bien advirtió la presencia policial el grupo huyó escondiéndose en el monte, y solo Peralta y Vizgarra fueron detenidos. 

El fiscal Romero dijo en la audiencia realizada en Tartagal que la investigación estaba en una etapa clave para obtener más pistas que condujeran a los que habían logrado huir del procedimiento en La Celina, y a los cabecillas.