El ministro de Economía de la Provincia, Pablo López, volvió a exponer los efectos de las políticas nacionales sobre el territorio bonaerense y advirtió que la recesión golpea más a Buenos Aires que al resto de las provincias argentinas. Como habitualmente lo hace, López explicó la situación a partir de datos expuestos en gráficos que publicó en la red social X.
"La recesión golpea más a la economía bonaerense (-3,9%) que al conjunto de la Nación (-3,1%). Sin embargo, aún con una caída brutal, la industria bonaerense se muestra algo más resistente que la nacional", escribió López.
Si bien ministro de Axel Kicillof dijo que "el entramado industrial de la provincia de Buenos Aires presenta una mayor fortaleza relativa", también encendió luces de alerta al afirmar que “la capacidad de adaptación de la industria bonaerense no es suficiente para compensar el retroceso de la producción manufacturera”.
En ese sentido, afirmó que “la recesión golpea con especial dureza a las divisiones de minerales, papelería, textiles y plásticos”, algo que viene advirtiendo desde hace tiempo según los números de la actividad que va recibiendo en su despacho del ministerio de Economía provincial.
La semana pasada, un pequeño hilo de posteos aseguró que la actividad económica no detiene su caída y que, más allá del sector agropecuario, que crece fuerte porque compara contra el año (2023) de mayor sequía en mucho tiempo, "el nivel de actividad cayó en todos los meses del año".
Si se despeja el "sesgo de la sequía", incluso, la contracción económica sería aún mayor y, según el ministro, "la actividad retrocede a un ritmo anual de -6 puntos".
"Industria, comercio y construcción caen con tasas de dos dígitos, poniendo en jaque cientos de miles de puestos de trabajo", advertía entonces López que remataba con una imagen que despierta preocupación en la gestión provincial: "La dinámica de la economía real, cuya peor consecuencia es el aumento de más de 11 puntos de la pobreza y la destrucción de cerca de 200.000 puestos de trabajo formal, es alarmante y requiere un cambio de rumbo urgente en las políticas económicas nacionales".
“El país necesita a la industria bonaerense”, advirtió el ministro en ese sentido, aunque reiteró que “la alarmante caída de la actividad manufacturera también evidencia la potencia relativa de la Provincia”.
El ministro de Economía no sólo expone públicamente los números que reflejan el impacto de la crisis en la provincia en la que desarrolla su trabajo sino que viene manteniendo periódicas reuniones con los diferentes actores que forman parte del conglomerado político, sindical y productivo de la vida bonaerense.
Con todos, comparte el diagnóstico sobre los primeros meses de la gestión de Javier Milei y advierte sobre las dificultades que se divisan en el horizonte al no aparecer proyecciones que indiquen que la tendencia pueda revertirse.
No obstante a eso, conforme al compromiso que los diferentes integrantes de la gestión revalida cuando tienen la oportunidad de hacerlo, López afirma que la Provincia va “a seguir acompañando al sector y a sus trabajadores en este difícil contexto”.