En tiempos de negacionismo y constantes intentos por reinstalar la teoría de los dos demonios, se lanzó el Laboratorio Creativo por la Memoria, iniciativa que busca vincular espacios significativos de la memoria con artistas locales, quienes realizarán un proceso creativo a partir del diálogo con el pasado reciente, recuperando la dimensión política del hecho artístico.
La iniciativa surgió a partir de un trabajo conjunto y coordinado de las secretarías de Cultura y Derechos Humanos de la provincia de Salta, la Comisión Provincial de la Memoria y la colaboración de las municipalidades de La Caldera y Embarcación, ambas postulantes para que artistas de su localidad sean parte del Laboratorio.
Con esta iniciativa se busca promover el encuentro entre artistas que fueron seleccionados a traves de un concurso abierto con familiares y militantes de organismos de derechos humanos con el fin de conocer historias que vinculan al terrorismo de Estado con el territorio que habitan.
Luego de este intercambio, los ganadores continuarán un proceso creativo acompañados por profesionales de diversas ramas artísticas, con el propósito de lograr una pieza escénica que represente historias profundas que se enlazan en los espacios-territorios con los derechos humanos y su defensa.
El primer encuentro, que tuvo como escenario el municipio de La Caldera, se adentró en relatos del terrorismo de Estado durante 1976, particularmente la masacre de El Gallinato, poniendo el eje en la reflexión, el diálogo y las estrategias de reconstrucción de los procesos en cuyos contextos se produjeron violaciones a los derechos humanos.
“Estamos en la instancia inicial del laboratorio creativo por la memoria", comentá Andrea Rico, representante de la Subsecretaría de Gestión Cultural. "Ahora nos encontramos en La Caldera con parte de los ganadores de este grupo, Rosalyn Ruiz, Gastón Iñíguez y Victoria Jaffe, donde compartimos una mesa de charla con la gente de la Comisión Provincial de la Memoria, la Secretaría de Derechos Humanos y la Secretaría de Cultura para adentrarnos a este tema que tiene que ver con la memoria, en particular de La Caldera y lo que ocurrió en El Gallinato”.
Los elencos seleccionados de cada municipio recibirán un incentivo económico, así como también el acompañamiento de profesionales: coreógrafos, guionistas, montajistas, que colaborarán en el desarrollo creativo de las obras, valorándose positivamente la interrelación entre disciplinas.
En tanto, Elia Fernandez, coordinadora del programa de Memoria, Verdad y Justicia de la Secretaría de DDHH de la provincia, e integrante de la Mesa de Derechos Humanos, remarcó: “Hoy tuvimos una primera charla, un primer taller. Venimos desde la Comisión Provincial de la Memoria y la Secretaría de Derechos Humanos a conversar con quienes ganaron el concurso del laboratorio creativo. Estuvimos con organismos de derechos humanos contando y reflexionando sobre lo que pasó localmente durante el terrorismo de Estado en 1976”.
El grupo creativo que resultó ganador en el municipio de La Caldera se encuentra integrado por artistas que desarrollan sus actividades desde diferentes disciplinas: músicos, artistas visuales y de la rama del teatro.
La representante del grupo seleccionado, Rosalyn Ruiz, reflexiona sobre el encuentro: “Pertenezco a Vértice Espacio de Arte, y estoy participando en el laboratorio creativo. Fui una de las beneficiarias junto con Gastón Iñiguez, Victoria Jaffe, Leandro Pereira y Julieta Colina. Este es el equipo con el que vamos a trabajar en el laboratorio que va a tener un resultado para diciembre, acá en La Caldera. Y después, en conjunto con Derechos Humanos, Secretaría de Cultura, vamos a ir articulando algunas actividades que van a tener una obra que se va a presentar (en diferentes espacios) abordando la temática de la memoria".
Luego del primer encuentro en el municipio de La Caldera, el proceso creativo toma dirección propia a partir del grupo artístico. En tanto, la entrante semana se desarrollará el intercambio inicial en la localidad de Embarcación, donde el grupo seleccionado resultó una academia de danzas, acompañado por cantantes locales.
En tiempos de oscuridad, el arte representó siempre un motor de lucha y resistencia, es por ello que la iniciativa busca interpelar a la sociedad civil, planteado el lenguaje artístico como una herramienta para poder decir aquello que fue silenciado.