Obra de María Ester Mazza creada en el taller de dramaturgia de Patricia Zangaro ¿Por qué afuera no hay lugar para mí? hizo una función recientemente en el marco del FIBA y, a partir del 8 de noviembre se presentará en El desguace Teatro y Almacén Cultural del barrio de Almagro. Con la dirección de la propia Zangaro, la pieza hace foco en la problemática de los pacientes externados de hospitales psiquiátricos, en las dificultades concretas que encuentran para comenzar una nueva vida. Así, la obra pone en diálogo a dos mujeres profesionales de la salud que representan dos puntos de vista diferentes: “la Jefa”, a favor del encierro sin límite del paciente considerado crónico y Paula, la joven trabajadora social, a favor de una rehabilitación y una externación asistida. Además de la propia autora, actúan Mariela Vega y Mariano Monsalvo. La musicalización está a cargo de María Laura Grimaldi.
Luego de hacer una lectura de la obra en el Centro Cultural Artigas de Luján (a raíz de lo cual fue declarada de interés municipal), Zangaro decidió dirigir la puesta en escena del texto, según cuenta en diálogo con Página/12. Es que el tema de la locura la convoca desde todo punto de vista: en su libro recientemente presentado, Lo remoto y lo reciente (editorial Ciccus) Zangaro lo aborda en tres de las once obras publicadas “aunque no en forma tan específica como en ¿Porqué… “, según considera, ya que la pieza fue escrita sobre la base de testimonios, tanto de profesionales de la salud como de pacientes del Hospital Dr. Domingo Cabred.
Según cuenta Zangaro, a sus talleres asisten actores y directores interesados en escribir dramaturgia, motivo por el cual “ya tienen incorporado el lenguaje del teatro”. De hecho, todos los que intervienen en el espectáculo son también alumnos de ella que quisieron participar de la propuesta. “Quise que esta obra, además de un buen trabajo escénico, ofreciera una función social al poner en conversación compartida el tema de la salud mental”, afirma Zangaro y agrega: ”por eso quisimos hacerla a la gorra, con sólo tres banquitos, por fuera del sistema de producción de CABA”.
-¿Cómo es ese sistema de producción?
-Es el recorrido que les toca hacer a los grupos independientes. Pedir un subsidio es algo difícil en estos tiempos, así que se trabaja por pura pasión. Hay que remar y remar con resultados completamente azarosos. Y como es difícil convocar al público decidimos ir a buscarlo. Hicimos funciones en el Centro de Salud Mental Nº1 de Núñez (el cual funciona en un inmueble que está en la lista de los que serán subastados por la Agencia de Administración de Bienes del Estado, según informó recientemente Manuel Adorni) también en San Francisco Solano, en Pacheco, en Berazategui…
-¿Cómo es la recepción?
-La obra plantea una situación y abre preguntas. Por eso, naturalmente después de cada función se arma un intercambio con profesionales de la salud mental, pacientes y gente de la comunidad. Yo noto que si antes costaba abordar estos temas hoy la gente necesita hablar porque en este momento de políticas de cierre o desfinanciación de instituciones se convirtió en un tema prioritario.
- “La jefa” está a favor de pacientes que, como cuerpos dóciles, no generen problemas y Paula les propone actividades y hasta salidas. Pero ambas tienen contradicciones…
-La obra no es maniquea sino que trabaja las contradicciones de los personajes. Paula es joven y llena de energía y de las dos, “la jefa” es la que muestra un cambio de posición. Termina “quemada”, como dicen los médicos, destruida por el fracaso al que la lleva el propio sistema.
-¿Hay muchas Paulas en el campo de la salud mental?
-Sí, hay Paulas jóvenes y no tan jóvenes que resisten. Más allá de la formación profesional, lo que prima es la condición humana, su posición ética, su forma de estar en el mundo.
-¿Cuál es el cuestionamiento principal que se hace al sistema que propone el manicomio?
-Es muy difícil resistirse a sus imposiciones, es un sistema que los va acorralando a todos: la Ley de Salud Mental promueve la desmanicomialización pero no hay fondos como para establecer lugares para que los pacientes externados se rehabiliten debidamente acompañados. Finalmente, la llave para un mejor abordaje de este tema es el amor, algo revolucionario en estos tiempos en los que la crueldad se ha transformado en un valor.
*¿Por qué afuera no hay lugar para mí?, en El desguace Teatro y Almacén Cultural (México 3694), los viernes a las 20.30