La "primaverita financiera" que el Gobierno nacional aspira a presentar como su ancho de espadas no parece tener un gran impacto en las preferencias electorales de los bonaerenses.

Si las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires fueran hoy, el peronismo se impondría a La Libertad Avanza por 38,4 puntos contra 31,4 relegando al Pro al tercer lugar con 10,5 y más atrás a la UCR con 3,5. 

En cambio, de acordar LLA y el Pro una lista única, el peronismo ganaría por una ventaja apenas superior a un punto (38,3 a 37) y parte del electorado Pro, reacio a votar al oficialismo, migraría a la UCR que llegaría a 6,5 puntos. 

Como es habitual cuando las elecciones están todavía lejos, las respuestas "ninguno" y "no sabe/no contesta", suman un nada despreciable 12 por ciento. Ocurre que el voto blando o suelto toma sus decisiones cada vez más cerca del día de votación y, en muchos casos,  dentro del cuarto oscuro.

Los datos surgen del último trabajo de la consultora "Circuitos", que conduce Pablo Romá, realizado entre los días 24 y 26 del pasado mes de octubre, sobre una base de 1200 casos, con un margen de error de 4 puntos. La encuesta, de alcance nacional, tiene también un capítulo de preferencias electorales en Buenos Aires. 

La opinión dominante acerca de la imagen de Milei es la "muy mala", con 28 puntos, seguida de la buena, 22, la regular, 21 y la mala 17,5. Sólo el 9 por ciento tiene una imagen muy buena del presidente. Un tercio (32,6 por ciento) cree que el futuro será mejor que el presente. Por el contrario, casi el 39 cree que empeorará y el 23 supone que se mantendrá como ahora.

De acuerdo a este estudio, Milei mantiene el mismo diferencial negativo de seis puntos del mes anterior, sólo que en septiembre la positiva era 40 y la negativa 46 y este mes ambas bajaron un punto, a 39 y 45, mientras que subieron los que no saben.

“En el último trabajo se observa un repunte del Gobierno nacional respecto de los meses anteriores, en los que la caída era muy pronunciada, especialmente en materia de expectativas. Esto es atribuible a la relativa fortaleza que demostró para sostener los vetos en el congreso, tanto a la modificación de la fórmula jubilatoria como al presupuesto universitario. La polarización con Cristina Kirchner, que se acentuó últimamente, también permite consolidar un núcleo duro, pero es un juego riesgoso, como ya le ocurrió a Macri”, analiza Romá en diálogo con Buenos Aires/12.

“Otro factor que incide es la relativa estabilidad de precios, que era una demanda de los sectores moderados”, agrega el sociólogo. La pregunta aún sin respuesta es si el oficialismo podrá seguir exhibiendo estos “triunfos”, dentro de un año, cuando los bonaerenses concurran a las urnas, aún cuando no parecen suficientes para darle un triunfo.

“En ambos escenarios electorales, el peronismo tiene ventaja. Si LLA y el Pro van separados, la ventaja es mayor y se reduce si unifican su oferta electoral. Los números indican que esa alianza le serviría más al Pro, que no tiene mucho en la provincia, que a LLA, que en este momento avanza sobre el Pro”.

Otro consultor, Alfredo Serrano Mansilla, del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), puso en duda esta semana la estabilidad de los humores de los mercados financieros. “A mediados de 2001, los medios y la comunidad financiera celebraban que el riesgo país caía por debajo de los 700 puntos”. Pocos meses después, tanto el gobierno de De La Rúa como la convertibilidad de Domingo Cavallo volaban por el aire.

Encuesta internacional

“Latam Pulse”, por su parte, es un monitor sobre expectativas y situación socioeconómica y política de los principales países de la región, conjuntamente elaborado por Bloomberg y Atlas Intel.

Latam Pulse mide, en uno de los capítulos, la imagen de los principales dirigentes políticos del país. Las mejores performances de la oposición son la del gobernador Axel Kicillof, con -16 y la de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner con -17. En el panoficialismo, Milei tiene -12 y Bulrich -18. Las peores imágenes las ostentan los Macri: Jorge, el alcalde, tiene -36 y su primo Mauricio, el expresidente, -43.

A diferencia de lo medido por algunas encuestadoras argentinas, este trabajo de origen internacional no registra repunte. De acuerdo a su última edición, la gestión de Milei es desaprobada por el 50,7 por ciento de los encuestados y aprobada por el 42,8. Desde julio, la desaprobación sigue en ascenso y la aprobación en caída.

Sin embargo, a juzgar por este trabajo, el presidente sigue siendo un gran vendedor de futuro. Apenas el 11 por ciento asegura que su situación familiar está bien, el 9 que la economía argentina está bien y el 8 que el mercado de trabajo está bien. Pero ante la pregunta sobre cómo estarán dentro de un semestre, los números positivos suben a 35, 36 y 41 respectivamente. 

El mencionado semestre concluiría a fines de mayo de 2025, cuando falte un mes para el cierre de listas, tres para las PASO y cinco para las generales, la verdadera prueba de fuego del gobierno libertario.