El expresidente boliviano, Evo Morales, aseguró este domingo que el ataque del cual fue víctima hace una semana mientras transitaba el Trópico de Cochabamba tiene detrás al Gobierno estadounidense, durante el segundo día de su huelga de hambre en protesta del accionar de las fuerzas de seguridad contra los bloqueos.
"Estoy convencido de que en ese operativo del domingo en la Novena División (del Ejército) participaron los gringos, es un operativo de Estados Unidos, se sabrá tarde o temprano", afirmó Morales durante su programa dominical en la radio Kawsachun Coca.
Versiones dispares
El domingo pasado, el exmandatario denunció haber sido el objetivo de un ataque armado mientras se movilizaba por la carretera frente al cuartel militar de Villa Tunari, por el cual responsabilizó al actual Gobierno de Bolivia, que lidera su ex ministro Luis Arce.
Luego de la denuncia del atentado, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, acusó a Morales de montar el ataque y de abrir fuego contra varios policías durante la realización de un control rutinario antidrogas.
Los vehículos que Morales señaló como sus atacantes, desde los cuales dispararon unas 14 balas sobre el coche en el que se transportaba, fueron utilizados para trasladar a los efectivos heridos por los disparos al cuartel de la Novena, donde fueron evacuados en helicóptero, según la versión del Gobierno.
"Agentes de la DEA"
El ex mandatario, en su denuncia, había referido a sus atacantes como "encapuchados vestidos de negro", y aseveró que no llevaban uniformes a la hora de la supuesta retirada en helicoptero.
Durante su programa de este domingo, el líder del MAS cuestionó que junto a los supuestos policías había "gente de civil" subiendo al helicóptero. "Son extranjeros turistas que estaban en la Novena División, eran agentes de la DEA, están en las fotografías", aseguró el ex Jefe de Estado.
Contrario a la versión del gobierno, Morales aseguró que no disparó proyectil alguno contra sus perseguidores, siendo que no posee armas, ante las acusaciones del ministro Del Castillo, quien denunció que el líder aymara es propietario de tres armas de fuego- dos escopetas y una pistola.
Durante la misma jornada, el ex presidente recalcó que posee una escopeta bajo permiso del Ministro de Gobierno, quien le envió otra escopeta con su debida licencia de uso luego de su solicitud inicial.
Tire y afloje
A su vez, Del Castillo afirmó este domingo que "se cumplirá con la Ley" en caso de recibir algún requerimiento contra el mandatario boliviano desde Argentina, en donde se abrió un proceso contra el mismo por trata y abusos a menores durante su asilo en Buenos Aires tras el golpe de Estado de 2019.
Mientras tanto, el expresidente convocó este domingo a un diálogo con el Ejecutivo "sin condiciones", aunque sus sectores anunciaron que mantendrán la medida de presión en el centro del país.
La acción de las fuerzas de seguridad, quienes el sábado intervinieron el bloqueo en Parotani capturando a más de 66 de sus seguidores, motivó al ex presidente a pedir a sus sectores que consideren una pausa en los bloqueos de rutas y se declaró en huelga de hambre, la cual lleva ya dos días, con el fin de forzar al Gobierno a un diálogo para poner en la mesa sus demandas políticas y económicas.
Los seguidores de Morales exigen con los bloqueos que se retiren los procesos judiciales contra su líder por trata de personas y estupro, se resuelvan los problemas económicos y también en defensa de la candidatura presidencial del político para los comicios de 2025.