El divulgador científico y periodista Adrián Paenza advirtió este lunes en la 750 su gran preocupación respecto al futuro de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Donald Trump y Kamala Harris se disputan la conducción del país. Desde Nueva York, donde vive, se mostró preocupado "como cualquier persona de bien que advierta que las posibilidades de que gane Trump son ciertas”.
Para Paenza, hay algo que sencillamente no cierra: “A uno le cuesta mucho trabajo creerlo. No es solo la existencia de Trump, sino que, para que gane, tiene que haber una mayoría que vaya a votar por un programa misógino, homofóbico, nazi, fascista”.
“Uno querría creer que eso terminó en el siglo pasado; sin embargo, eso sigue teniendo una potencia muy grande en Estados Unidos”, afirmó sobre los regímenes totalitarios que marcaron la historia del siglo XX.
Y explicó: “Está todo tan finito que es difícil de definir. Lo curioso es que esté tan cerrada la elección, indicando que la sociedad está partida por la mitad. La grieta está en todas partes del mundo, no solo en Argentina y Estados Unidos”.
“Son varios los miedos. Si gana Trump, eso significa que el mundo va a tomar una dirección. No porque si ganaran los demócratas estaríamos todos felices y cantando, sino que es una reserva moral diferente”, señaló.
Para Paenza, es muy difícil ver cómo “en las calles se ve que la gente que apoya a Trump está decididamente en la vereda del otro lado” mientras la sociedad vuelve a debatir temas como el aborto y la libre portación de armas.
La lupa puesta en los resultados
Por su lado, el sociólogo y periodista especializado en política internacional, Marco Teruggi, explicó que otro gran foco electoral estará puesto en cuándo se conocerán los resultados en cada uno de los distritos y cómo serán reconocidos.
“Yo estuve entre Nueva York y Filadelfia, que es la ciudad más importante de Pensilvania, el más importante de los siete estados que van a definir quién gane”, sostuvo sobre este estado clave en la división de representantes del Colegio Electoral.
“Son bastiones demócratas. Acá se da por hecho que va a ganar Harris, aunque Trump está agitando cierto fantasma de fraude”, dijo, a la par que advirtió que “a casi nadie acá le resulta concebible que Trump simplemente diga que perdió las elecciones”.
“Es difícil imaginar una derrota que simplemente sea una aceptación de los resultados. Tampoco está claro cuándo van a estar; pueden demorarse hasta cinco días, porque cada estado tiene sus propios mecanismos para contar los resultados”, adelantó.
Y finalizó: “Todo eso contribuye a una gran complejidad. Se juega la continuidad del Gobierno o un regreso de Trump, y para ambas partes las consecuencias son muy grandes. Doy por hecho que habrá que esperar hasta después del miércoles”.