Una escritora chilena que vive en Buenos Aires, Cynthia Rimsky, y una joven escritora española de 28 años con linaje cultural, hija de un filósofo y de una escritora, Xita Rubert, ganaron ex aequo (locución latina que significa “por igual”) el 42° Premio Herralde de Novela, dotado de 25.000 euros, con sus respectivas obras Clara y confusa, la historia de amor entre un plomero y una artista conceptual, y Los hechos de Key Biscayne, una trama que alumbra el reverso de los padres más simpáticos, cultos y amorosos. Las dos novelas premiadas --“muy excéntricas y a contracorriente”, según las definió la editora Silvia Sesé-- se publicarán en Argentina en diciembre.
El jurado integrado por Aldo García (librería Antonio Machado, Madrid), Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora de Anagrama Silvia Sesé optó por premiar al mismo tiempo a las dos escritoras. Previamente, habían seleccionado siete novelas de entre las 1149 que se presentaron a esta edición. Rimsky participó con el seudónimo “Mar del Sur” y Rubert eligió llamarse Sofía Sorensen y se inclinó por el título ficticio “Un cocodrilo soy”.
«No es casual que esta historia llegue a sus vidas. Significa que están preparados para entender que ningún copo de nieve cae en el lugar equivocado», dice el narrador de Clara y confusa, que ha empezado a trabajar como plomero y se enamora de una artista conceptual llamada Clara, al mismo tiempo que el protagonista descubre los turbios manejos de la cúpula del gremio de plomeros, en el que acaba de ser admitido. Hay un “escurridizo y delicioso sentido del humor” en esta novela de Rimsky que lanza algunas pregunta trascendentales: ¿Qué es el arte? ¿Cuál es su misión? ¿Cómo podemos darle sentido a la vida? ¿Qué es el amor? ¿Lo que nos sucede es fruto del destino o de la casualidad? ¿Hay una lógica en el azar?
Pontón Gijón afirma que la novela de la escritora chilena “pone en pie un mundo de provincias tan extravagante como las tuberías de que se cuida su protagonista, fiel y sufrido enamorado de una artista conceptual que es una heroína de la negación, y no menos fiel integrante de un sindicato profesional plagado de conspiradores y de filósofos cínicos”. Sanz reconoce que “hacía mucho tiempo que no me divertía tanto con una reflexión sobre el trágico y risible estado de la literatura”. Para Villalobos es “una comedia romántica de vanguardia” la obra de Rimsky (Santiago de Chile, 1962), profesora de la Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires y autora de Poste restante, La novela de otro, Los perplejos, Ramal, El futuro es un lugar extraño, La revolución a dedo, La vuelta al perro y Yomurí, entre otros libros.
“El premio fue una gran sorpresa; realmente lo mandé sin ninguna expectativa -admite la autora chilena-. Soy escritora hace muchísimos años y tengo muchos libros; ha sido un camino de ir encontrando mi voz, mi estilo, mi tono, y últimamente he ido trabajando mucho el humor. Entonces este premio me encuentra con una seguridad en lo que estoy escribiendo, con un proyecto ya formado que me interesa seguir desarrollando. Y también me interesa llegar a un público más amplio y eso lo va a permitir el premio”.
La narradora de Los hechos de Kay Biscayne está dejando de ser una niña. Ricardo, su padre, decide marcharse con sus hijos a Miami. Key Biscayne, la isla a la que llegó junto a Nico, el hermano de la narradora, es una microsociedad habitada por niñas que no parecen serlo y familias muy poco convencionales. La trama de desastres naturales y personales se precipita a partir de extrañas amistades, un revólver Colt, tensiones domésticas, juegos arriesgados y unas fotografías que nunca deberían haberse tomado. Rubert escribió una novela de misterio y sobre las ambivalencias del afecto y la memoria. “Una narración perturbadora que la confirma como una autora inclasificable”, según promete Anagrama.
Villalobos explica que la novela de Rubert es “pegajosa por el calor de una Florida poblada de personajes excéntricos, tan pronto entrañables como exasperantes; por la atmósfera húmeda en la que debe aprender a respirar la protagonista, una adolescente fascinada con su padre, un hombre estrafalario y encantador incapaz de bajar de la luna para ejercer la paternidad; por el ritmo, la mirada y el humor con los que son narrados estos hechos, pegadizos como una canción que no podemos dejar de bailar”. Sanz precisa que el amor de una hija por un padre se observa desde la edad adulta: “el exotismo y el cartón piedra de una historia en Miami esconden la oscuridad de una violencia, dulce y terrorífica, que hemos experimentado todas las mujeres. Un relato prodigioso sobre violencia vicaria en los tiempos en los que aún no se sabía nombrar”. Pontón Gijón destaca “un enrarecido relato de deseos adolescentes procesados por una mente adulta” en la novela de Rubert (Barcelona, 1996), hija del filósofo catalán Xavier Rubert de Ventós y de la poeta gallega Luisa Castro. Su primera novela, Mis días con los Kopp (Anagrama, 2022), fue seleccionada entre los mejores libros del año por los principales medios españoles, resultó finalista del premio Premier Roman de Chambéry y ha sido traducida al alemán y al portugués.
“El premio significa un honor enorme, una sorpresa también -dice la escritora española-. Esta es mi segunda novela y siento que me alienta para continuar escribiendo un tercer, cuarto, quinto libro, que vayan un poco en la vía de lo que ya hice con mi primera novela, que es retratar conjuntos de personas, a veces de una familia, a veces de un barrio, a veces de una sociedad, y ver que hay detrás de lo que ellos dicen sobre sí mismos”.