El juicio contra el expolicía chileno Claudio Crespo, acusado de disparar y dejar ciego al joven Gustavo Gatica durante las protestas masivas de 2019, arrancó este lunes en medio de una gran expectativa en Santiago. Se trata de uno de los casos más emblemáticos de la violencia policial que se registró durante el estallido social de hace cinco años, en el que murieron al menos una treintena de personas y hubo miles de heridos, entre ellos decenas de mutilados oculares.

El 8 de noviembre de 2019, Gatica recibió varios perdigones en su rostro y perdió completamente la vista durante una protesta en los alrededores de Plaza Italia, la rotonda de Santiago que fue el epicentro de la mayor ola de protestas vivida en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La Fiscalía chilena señala a Crespo como autor de los disparos contra Gatica, que entonces tenía 21 años, y pide 12 años de cárcel. 

El fiscal Francisco Ledezma sostuvo en la audiencia que a Crespo se le atribuye "un acto abusivo y sin justificación, que causó lesiones graves, permanente e irreversibles en los ojos de una persona llamada Gustavo Gatica" y agregó que "no era necesario disparar, y menos disparar a la altura del pecho y cara de los manifestantes". El estallido, que se extendió hasta la irrupción de la pandemia, combinó marchas pacíficas y multitudinarias (el 25 de octubre más de 1,2 millones de personas se congregaron en Santiago) con quema de estaciones de metro y saqueos.

Las fuerzas de seguridad fueron señaladas por violaciones a los derechos humanos por la ONU y distintos organismos internacionales y los altos mandos policiales de entonces están siendo juzgados hoy en día. Se espera que el juicio contra Crespo, cuyo inicio se aplazó en varias ocasiones, dure al menos un año y cuente con más de 200 testigos, entre ellos los altos mandos policiales de entonces.