No fue asado porque todavía no son héroes; por ahora hubo empanadas, y devoluciones amables entre el Presidente Javier Milei y los cinco gobernadores radicales de la "oposición blanda". Ahí estaba Maximiliano Pullaro entre ellos, quien a la salida del convite presidencial consideró como un avance haber conversado sobre la cancelación de deuda federal para con Santa Fe, pero según el deseo del Gobierno central; y también el OK para que las provincias litoraleñas participen de la reprivatización por licitación de la hidrovía Paraná-Paraguay.

Según el jefe de la Casa Gris, se habló apenas y por encima del Presupuesto 2025. Se había dicho en la previa que Milei los invitaba justamente para chequear el apoyo de los gobernadores radicales a esa meta del Gobierno. Igual a la salida todo eran sonrisas que hicieron suponer que otra vez Pullaro y sus correligionarios le garantizaron el voto de sus legisladores al proyecto de la "ley de leyes". Tal como cuando el Pacto de Mayo y la Ley Bases.

Atrás quedaron los agravios del Presidente a la UCR, el mote de "golpista" para Raúl Alfonsín y la insinuación de que el ataque a la oficina radical de Martín Lousteau fue un autoatentado. "Él tiene sus formas, nadie vino a pedirle unas disculpas. Sí manifestamos el dolor que sentimos con sus críticas a Alfonsín, pero es una reunión para mirar al futuro", justificó Pullaro antes de sentarse a la mesa.

El mandatario llegó desde la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, donde había hecho la previa con sus pares de Corrientes, Gustavo Valdés; Chaco, Leandro Zdero; de Jujuy, Carlos Sadir; y de Mendoza, Alfredo Cornejo.

Los aguardaban junto con Milei, su hermana Karina, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vice del Interior, Lisandro Catalán, el vocero de Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, el artificio urdido por Nación para pagar sus deudas con la venta de bienes inmuebles que posee en las mismas provincias acreedoras. Ejemplo de ello, la eventual venta de media docena de lotes urbanizables en Puerto Norte, de Rosario. Lo curioso es que Pullaro saludó esto como una demostración de "voluntad política de resolver las deudas por las que venimos pidiendo".

El santafesino entendió fue un progreso haber podido hablar –o escuchar– a Milei sobre la forma en la que quiere considerar cancelada la deuda que Anses tiene con Santa Fe y las otras provincias que no transfirieron su caja de jubilaciones. Esto es, entregando a privatización todo inmueble del Estado nacional que se encuentre en territorio de cada provincia acreedora. 

"Hay interés en algunos bienes que tiene el Estado para poder venderlos", dijo el gobernador. Pero la acreencia santafesina por las partidas coparticipables que Nación le adeuda es superlativa otra vez: a esta altura, supera los 800 millones de pesos. Son los aportes que Buenos Aires dejó de enviar a pesar del acuerdo de que Nación debe hacerse cargo del déficit previsional de esta provincia.

Al repasar el devenir de la deuda previsional de Nación con Santa Fe y otras provincias, los radicales aprovecharon para remontar el incumplimiento al gobierno de Alberto Fernández. En eso, Pullaro se distinguió de las otras. "Santa Fe es acreedora, no deudora de Nación", diferenció.

Antes de viajar, Pullaro veía difícil la negociación y mantenía cautela acerca de las condiciones que el Ejecutivo nacional –Luis Caputo, en resumen– impone para esa cancelación de deuda. "Principalmente, se habló del esfuerzo que está haciendo Argentina para conseguir el equilibrio fiscal; se habló de la recaudación que están teniendo las provincias, con una pequeña caída que tuvimos en los últimos meses", dijo.

Pullaro, como Valdés y Zdero, representan a provincias por donde fluye la Hidrovía. Por eso celebraron que el Gobierno les dé el OK para participar de la licitación de la nueva etapa. "Entendemos que para un diseño de desarrollo en infraestructura, no basta con hablar del calado y del balizamiento", valoró el titular de la Casa Gris. Asimismo, dijo que "se habló mucho de gas, energía eléctrica y transporte, de ferrocarriles, que son fundamentales para nosotros y nuestro sector productivo".

Para que el almuerzo termine en buenos términos, ningún invitado puso en duda la prioridad del equilibrio fiscal. Así lo definió uno de los gobernadores de la oposición blanda: "Trabajar en conjunto para que la Argentina pueda empezar a tener las inversiones que necesita, después de haber equilibrado sus cuentas; y que esto pueda venirle muy bien a cada una de nuestras provincias".

Pullaro valoró "el equilibrio fiscal que está teniendo Argentina y que estamos teniendo, particularmente, estas cinco provincias con un esfuerzo muy importante. Mucho de este peso lo soportamos las provincias, que tuvimos que hacer ajustes muy grandes". 

A la salida, luego de haberse despedido de Milei y su séquito, Pullaro reflexionó para la prensa porteña que "pese a muchos recortes que tuvimos del orden nacional, en Santa Fe hemos ordenado nuestras cuentas, porque tenía déficit y una deuda flotante muy importante, y logramos el equilibrio fiscal". Y cerró: "Ahora pretendemos lograr la senda del crecimiento, y para eso esperamos que el Gobierno Nacional también trabaje a nuestro lado”.