Bajo el lema “Basta de hambre, la vida reclama” y “las niñeces son presente y futuro” volvió a convocar este martes la “Mesa ecuménica”  en la plazoleta de la calle Lima con la avenida Belgrano, en la Capital Federal, junto al edificio del exMinisterio de Desarrollo Social. Además de los referentes de organizaciones e iglesias cristianas, se hicieron presentes para sumarse al reclamo Vanina Rodríguez y Cristian Vazquez (Consejo Directivo Nacional de ATE), Nicolás Caropresi y Laura Cibelis (UTEP) y Rafael Klejzer del colectivo La Dignidad.

En el acto, y como parte de la celebración ecuménica, hizo uso de la palabra la exdiputada Claudia Bernaza, en nombre del “Movimiento Nacional de los Chicos y las Chicas del Pueblo”, para afirmar que “seguimos presentes aunque no haya políticas públicas que nos abracen, aunque nos repriman, aunque nos maten” porque “seguimos abrazando a pibas y pibes”. Y afirmó que “seguimos con nuestros espacios abiertos y vamos a vencer, porque somos más las personas buenas que las que nos hacen daño con sus políticas de exclusión y hambre”. Luz Romero, una joven de La Matanza que participa de la misma organización, testimonió que “los pibes se tienen que ir a dormir con el estómago vacío y tienen que dejar de estudiar para ir a trabajar”.

La “Mesa Ecuménica”,  una iniciativa surgida de organizaciones de raíz cristiana, viene realizando -desde hace un mes y cada martes- esta celebración como signo de reclamo por la violación de derechos sociales por parte del gobierno que encabeza Javier Milei. Quince días atrás, con la presencia del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, una delegación presentó una nota solicitando una “audiencia urgente” a la ministra de Capital Humano. Al ser consultado por Página/12, el copresidente del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Luis Alman Bornes, afirmó “seguramente que la ministra Pettovello, en su doble rol de ministra y acompañante terapéutica del presidente, no le da tiempo para recibirnos, pero desde la Mesa Ecuménica seguiremos activamente esperando”.

Ana Almada, presidenta del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), presentó en el acto a los niños y niñas de la “Aldea jóvenes por la paz” (Pilar), quienes participaron de una campaña de mil cartas de reclamos, denuncias y sugerencias escritas desde la niñez y que fueron entregadas al Poder Ejecutivo Nacional, sin que hasta ahora hayan obtenido respuesta.

En diálogo con este diario Almada sostuvo que “son buenos estos espacios para dejar en claro que la política económica de ajuste que está llevando el gobierno perjudica a más de la mitad de la población que está sumergida en la pobreza y gran parte de ella en la indigencia”. Y subrayó que “estos espacios son necesarios para denunciar y exigir un cambio de esta política”. Dijo también Almada que “tenemos que unir las voces para denunciar que el hambre es un crimen y que la peor violencia es el hambre, tal como lo afirmara Adolfo Pérez Esquivel el pasado 8 de julio en la Plaza de Mayo, haciendo un llamamiento para frenar esta política de la crueldad, de la deshumanización”.

La representante del Serpaj afirmó además que “es fundamental que el gobierno reevalúe sus prioridades y tome medidas urgentes para abordar esta problemática, garantizando el acceso a alimentos saludables y nutritivos para toda la población, especialmente para los sectores más vulnerables”.

Tal como viene sucediendo cada martes por la tarde, el encuentro transcurrió en la escucha de los testimonios de los referentes de las organizaciones, también de chicos y chicas, la oración colectiva y con el acompañamiento musical de La Tranquera, en una plaza poblada de banderas y pancartas alusivas en este caso a la situación de las niñeces.

Luis Alman Bornes, co-presidente del MEDH, hizo también a una referencia a las diferencias que se plantean en el terreno de las organizaciones religiosas cristianas y aludió –sin mencionar por su nombre- a los evangélicos que la semana pasada se reunieron junto a funcionarios del gobierno para celebrar la promulgación de la ley nacional 27.741 que, en abril último, declaró cada 31 de octubre como el "Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes". A ese acto, que se realizó en el exCentro Cultural Kirchner asistieron entre otros la vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y Diana Mondino, quien hasta entonces ocupaba la cartera de ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

Sobre el particular Alman dijo a Página/12 que “el campo de la fe también está en disputa, porque mientras un sector acompaña los principios y valores que el actual gobierno enarbola, otros decimos que el ajuste no se puede aplicar a los sectores más vulnerados, que las y los que piensan distinto no son 'minusválidos'”. Al respecto el co-presidente del MEDH afirmó que “destruir los instrumentos del Estado mediante el cierre de programas sociales, educativos, de inclusión, etc, es lisa y llanamente una quita de derechos para la población”. Y ratificó que por ese motivo “seguiremos frente al Ministerio de Capital Humano, denunciando que los alimentos siguen perversamente guardados mientras los platos de mis hermanos y hermanas están vacíos”.

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