El ex intendente de Aguas Blancas, Carlos Alfredo "Conejo" Martínez, obtuvo por segunda vez el beneficio de la prisión domiciliaria. Está siendo investigado por presunto entorpecimiento de la investigación del asesinato por sicariato de su hermano, César "Oreja" Martínez.
Carlos Martínez fue detenido el 24 de septiembre último. El 10 de octubre el juez de Garantías Raúl López le concedió el arresto domiciliario y autorizó a que el ex jefe comunal cumpliera esta medida en su vasa en el pueblo de Aguas Blancas, a solo 200 metros de la frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia, y justo enfrente de la municipalidad que había dirigido.
El 18 de octubre Martínez fue nuevamente detenido, por decisión del mismo juez, que suspendió a el arresto domiciliario luego de que se detectaran irregularidades en la casa de Aguas Blancas y tras una apelación del Ministerio Público Fiscal. En aquella vivienda Martínez recibía visitas todo el tiempo y a toda hora, algunas personas se retiraban recién en horas de la madrugada.
Además, el juez tuvo en cuenta que esa vivienda se encontraba en una zona de frontera. Al suspender aquel beneficio el magistrado aclaró que el ex intendente iba a estar detenido hasta que se designara un nuevo domicilio dentro de la ciudad de Orán y se presentara una persona de confianza que pudiera actuar como garante.
En esta causa en la que se investigan interferencias en un proceso penal también están imputados, también con arresto domiciliario, el abogado Roberto Ortega Serrano y el juez de Garantías Claudio Parisi, quien está suspendido en sus funciones y tiene en su contra un pedido de destitución que se tramita ante el Tribunal de Enjuiciamiento.
Además del homicidio mismo del hermano del ex intendente de Aguas Blancas, esta causa se vincula con otras en las que se investigan acciones del crimen organizado en el norte salteño a través del juez Parisi, que tiene otras imputaciones acusado por el otorgamiento de beneficios a personas investigadas a cambio de coimas.