El triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 genera un imaginario de futuro más cercano al de El cuento de la criada que al del “país de la libertad” que suele promocionarse.
Sin embargo, varios candidatos demócratas lograron escaños en distintos niveles de representación estatal y nacional, sorprendentemente aquelles más progresistas. Tal es el caso de Sarah McBride, quien, luego de servir dos términos como senadora estatal, ganó la única banca de Delaware en la Cámara de Representantes de Estados Unidos frente al candidato republicano John Whalen III, un exoficial de la policía estatal, con el 57,8% de los votos escrutados al 95%. Se suma a les 1269 representantes LGBTQ+ electes en la historia de Estados Unidos, según el Instituto de la Victoria LGBTQ+.
“¡Gracias, Delaware! Gracias a sus votos y a sus valores, me siento orgullosa de ser su próxima miembro del Congreso", expresó McBride en su celebración de victoria.
Antes de su triunfo, en respuesta a preguntas sobre Trump, McBride le dijo a CBS: “No sería la primera persona en el Congreso que forma parte de una comunidad sobre la que Trump ha dicho cosas terribles”.
También publicó en su cuenta de X (antes Twitter): “Delaware ha enviado un mensaje alto y claro: debemos ser un país que proteja la libertad reproductiva, que garantice licencias remuneradas y cuidados infantiles accesibles para todas las familias, que asegure que la vivienda y la atención médica estén disponibles para todes, y que sea una democracia lo suficientemente grande para todes nosotres”.
¿Quién es Sarah McBride?
Según The Guardian, la elección de McBride no es la primera vez que hace historia en su carrera política. En 2020, se convirtió en la primera persona trans en ser electa como senadora estatal en Delaware. Fue también la primera persona trans en trabajar como pasante en la Casa Blanca en 2012, durante la administración de Barack Obama. Más tarde, en 2016, fue la primera persona trans en dar un discurso en la convención nacional demócrata.
Nacida y criada en Wilmington, Delaware, McBride mostró interés en la política desde una edad temprana, de acuerdo con NBC News. A los 18 años, ya había sido voluntaria o trabajado en al menos tres campañas políticas, incluyendo la del fiscal general Beau Biden en 2006 y su campaña de reelección en 2010. Casi una década después, Joe Biden escribió el prólogo de sus memorias El mañana será diferente: amor, pérdida y la lucha por la igualdad trans.
En 2011, a los 21 años, McBride se declaró como mujer trans en el periódico estudiantil de su universidad y en una publicación de Facebook que rápidamente se viralizó.
También enseñó política pública en la Universidad de Delaware.
¿En qué se basa la plataforma política de Sarah McBride?
A lo largo de su campaña, McBride reconoció la importancia histórica de su candidatura, pero subrayó que sus prioridades se centran en otros temas críticos.
“Creo que la gente sabe que estoy personalmente comprometida con la igualdad como persona LGBTQ+”, dijo a CBS, “pero mis prioridades serán el acceso a cuidados infantiles accesibles, licencias familiares y médicas pagas, vivienda, atención médica y la libertad reproductiva”.
Las principales propuestas de McBride para su candidatura al Congreso incluyeron expandir el acceso a la atención médica, proteger los derechos reproductivos y aumentar el salario mínimo.
En septiembre, en una conversación con medios estadounidenses, afirmó que su objetivo en el Congreso era trabajar con colegas para superar la parálisis partidaria y aprobar leyes, algo que caracterizó su tiempo en el Senado de Delaware. Durante su primer mandato, ayudó a implementar una licencia familiar y médica pagada a nivel estatal.
Varios legisladores clave impulsaron la campaña de McBride junto a organizaciones prominentes que la respaldaron. Everytown for Gun Safety, una organización sin fines de lucro que aboga por el control de armas, la apoyó en agosto, mientras que el Fondo de Acción de Planned Parenthood dio su respaldo en febrero. Kelley Robinson, presidenta de la Human Rights Campaign, describió la victoria de McBride como “un logro histórico en el camino hacia la igualdad” y celebró en X el triunfo de McBride, afirmando: “¡Estamos tan orgullosos, congresista electa Sarah McBride! Su historia inspirará a les jóvenes LGTBI+ a soñar en grande, aspirar más alto y transformar el mundo".
Un contexto hostil con JD Vance en la vicepresidencia
Si bien los discursos y políticas del presidente electo Trump podrían preocupar a cualquier integrante de una minoría históricamente oprimida, el verdadero miedo para les ciudadanes que buscan igualdad de derechos y oportunidades es su vicepresidente, James David Vance, un ultraconservador con posturas extremas en esta materia.
Vance ha definido el aborto como un asesinato y se opone al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. También defiende medidas migratorias estrictas y apoya un muro fronterizo. Sobre la guerra en Gaza, ha respaldado el papel de Israel pese a las críticas por el alto número de muertes de civiles. Continúa sosteniendo que hubo fraude en las elecciones de 2020 y ha negado que Trump jugara un rol instigador en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021.
En cuanto a los derechos LGBTQ+, Vance solo reconoce “dos géneros” y se opone a tratamientos para menores trans. En octubre pasado, impulsó un proyecto de ley para prohibir el marcador “X” de género en los pasaportes estadounidenses, permitido desde 2022. También se opone a una ley de protección federal para el matrimonio igualitario.
En este contexto, el triunfo histórico de McBride se da en un ciclo electoral donde los republicanos han intensificado la retórica y la publicidad anti-trans.
Según datos de AdImpact, una empresa de análisis de gastos en publicidad política, los republicanos destinaron más de 200 millones de dólares este año a anuncios televisivos dirigidos contra personas trans. También se registró un récord de proyectos de ley anti-trans en 2024, con 661 iniciativas presentadas, de acuerdo con datos de Trans Legislation Tracker, organización que monitorea proyectos de ley anti-trans. Cabe destacar que McBride impulsó el proyecto de ley anti-discriminación trans que el Senado de Delaware aprobó el año pasado, contra viento y marea.
Sarah McBride relató esta experiencia en sus memorias de 2018 del siguiente modo: “Tal vez no tenga que vivir mi verdad si puedo dedicar mi vida a hacer el mundo un poco más justo, si puedo ayudar a crear un espacio donde otras personas, y las generaciones futuras, puedan vivir sus vidas plenamente”.