Una organización criminal que se dedicaba a hacer estafas millonarias a través de homebanking fue desarticulada por los agentes de la Policía Federal y de la División Delitos Tecnológicos y las mismas fueron realizadas en las provincias de Buenos Aires y Córdoba.
La investigación comenzó a partir de una serie de denuncias realizadas por usuarios de homebanking, los cuales habrían sido víctimas de defraudaciones en distintas entidades bancarias, estimándose el perjuicio económico en unos 80 millones de pesos.
Debido a este hecho, los efectivos desplegaron un operativo de análisis de datos estableciendo que el modus operandi de la banda consistía en ingresar a través de engaños a las cuentas bancarias de las víctimas, para luego instalar un software malicioso en el dispositivo de los damnificados con el objetivo de controlarlos de forma remota y así con ello sustraer todo tipo de información sensible.
Asimismo, se concretaba el proceso cuando los miembros de dicha organización realizaban transferencias con el dinero obtenido a otros integrantes de menor rango denominados "mulas".
Luego de realizar las pesquisas, los agentes lograron establecer un total de nueve domicilios vinculados directamente con las maniobras descriptas, cuatro de ellos están ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cinco en el conurbano bonaerense.
En dicho contexto, el Juzgado Nacional de Rogatorias a cargo de la Dra. Alejandra Alliaud ordenó el allanamiento de los inmuebles donde se logró la detención de dos mujeres y un hombre.
Además, en el procedimiento se incautaron 204.570 pesos, electrodomésticos adquiridos con datos bancarios producto de las maniobras ilícitas, cinco notebooks, tres CPU, tres dispositivos de cobro electrónico, varias tarjetas de crédito, 22 teléfonos celulares y gran cantidad de documentación de interés para la causa.
En tanto, se realizaron otros 20 allanamientos bajo el labor del personal de la Agencia Regional Federal Centro Córdoba de esta Institución, que tuvieron como objetivo la incautación de todo tipo de evidencias como equipos informáticos, teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos utilizados para cometer los delitos mencionados.