La provincia de Buenos Aires y, especialmente, la Municipalidad de La Plata, se afianzan en su batalla para revertir la paralización de una obra pública esencial que el Gobierno nacional de Javier Milei detuvo en el marco de su política de ajuste. Se trata de la pavimentación y el ensanche de la avenida 131, entre las calles 520 y 514, una intervención fundamental para mejorar el acceso a la localidad de Hernández y beneficiar a más de 100 mil habitantes de la capital bonaerense.
Con un 50 por ciento de avance en su ejecución, esta obra se encuentra suspendida, afectando directamente a los vecinos de la región. Frente a este panorama el gobernador Axel Kicillof, junto al intendente local Julio Alak, se mostraron enérgicos al solicitar una vez más la reactivación de estas obras.
El proyecto en cuestión tiene un contrato original de más de 667 millones de pesos, mientras que el convenio con la Nación para su financiamiento alcanzaba los 656 millones de pesos. El plazo establecido para completar la obra era de 300 días, habiéndose iniciado la obra en junio de 2023.
Sin embargo, cuando Milei llegó a la Presidencia su gabinete decidió paralizarla, al igual que otras mil obras en la provincia de Buenos Aires, muchas de ellas en etapas avanzadas y de vital importancia para sectores esenciales como lo son vivienda, transporte y seguridad.
Todos por la obra pública
En este contexto, Kicillof convocó a todos los intendentes de la provincia, independientemente de su pertenencia partidaria, para presentar un reclamo conjunto al gobierno nacional. "Frenar la obra pública es un crimen social", manifestó el mandatario en un hilo de X, donde anunció la acción coordinada de los jefes comunales en defensa de las obras suspendidas. El gobernador dijo que la Provincia está siendo víctima de una "especial sed de venganza" por parte del presidente Milei, que tomó la decisión de frenar obras clave como parte de un “capricho ideológico”.
El reclamo, acompañado por un video que muestra imágenes de las más de mil obras paralizadas en todo el territorio bonaerense, refleja el malestar de los gobiernos locales. Entre las localidades que aparecen en las imágenes están Berazategui, Avellaneda, Torquinst, General Lavalle, Florencio Varela, Guaminí, Mar Chiquita, y Navarro, entre otras. Para Kicillof, un país que detiene su inversión en obra pública está condenando a sus ciudadanos a perder derechos, oportunidades y futuro. El gobernador sostiene que no se trata de un asunto económico o técnico, sino de un problema social que afecta directamente a la calidad de vida de los bonaerenses.
Además, Kicillof destacó que estas obras no son simples ítems en una planilla, sino proyectos que mejoran la integración, que educan, curan y generan empleo. En su opinión, la suspensión de las obras responde a lo que calificó como "la deserción del Estado nacional de sus obligaciones" en áreas fundamentales como el desarrollo, la vivienda, el transporte, la seguridad, la dignidad, la salud y la educación.