Dos activistas pertenecientes a la etnia triqui en el estado de Oaxaca, sur de México, fueron asesinadas a balazos la madrugada de este miércoles cuando llegaban en un taxi a su domicilio ubicado en el centro de la capital del estado.

Ambas mujeres, militantes del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), fueron identificadas como Adriana y Virginia Ortiz García, de 35 y 45 años, respectivamente. Tras conocer los hechos, la Fiscalía de Oaxaca no reportó personas detenidas y precisó que el doble homicidio se investiga con perspectiva de género. 

Por la tarde, los cuerpos de Adriana y Virginia fueron velados en la Casa de la Cultura de la Nación Triqui ubicada en la capital del estado. A cada féretro, identificado con las fotografías de las activistas triquis se le colocó la bandera del MULT a manera de homenaje por parte de la militancia.

Frente a los féretros de sus hermanas, Emelia García Ortiz pidió justicia y responsabilizó que, desde la fundación del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui Independiente, organización enemiga del MULT, la violencia se ha acrecentado en la región en las últimas dos décadas.

"Ante ello hago un llamado a las autoridades correspondientes, que hagan una investigación puntual que detenga a cada uno de los asesinos, desde la fundación de MULTI llevamos 106 compañeros caídos, ninguno de estos casos se ha esclarecido", denunció.

La mujer también hizo un llamado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para que ponga atención la creciente violencia en la región. "Hacemos llamado a la presidenta que voltean a ver el estado de Oaxaca, nosotros somos carne de cañón, vemos constantemente la desaparición de las jóvenes, hace poco también desaparecieron a una defensora de derechos humanos y vamos a seguir exigiendo hasta que se esclarezca cada uno de los casos que tenemos pendiente de nuestra organización", apuntó.

Los cuerpos de Adriana y Virginia serán sepultados en la ranchería El Rastrojo, de donde eran originarias, ubicada en la región triqui de Oaxaca.

El cinco de mayo de 2022 los dirigentes de los movimientos de Unificación de Lucha Triquis y Unificación de Lucha Triqui Independiente firmaron un acuerdo de paz con autoridades federales y estatales para poner fin a una ola de violencia que, pese a este acuerdo, no para desde hace más de dos décadas.