De la escudería de Ryan Murphy, el productor estadounidense de series a granel y de calidad pareja (Glee, Pose, Capote vs the Swans, American Horror Story y, recientemente, Monstruos, basada en la historia de los hermanos Menéndez, condenados por asesinar a sus padres asangre fría), está disponible en Disney+ la primera temporada de Grotesquerie, que coescribió con Jon Robin Baitz y Joe Baken.

Una sucesión de crímenes en verdad grotescos, de un simbolismo deliberadamente religioso y teatral, perturba a un pequeño pueblo y, en especial, a la detective Lois Tryon, interpretada por Niecy Nash-Betts (que en Dahmer, otra truculenta serie de Murphy basada en el caso real del asesino de homosexuales Jeffrey Dahmer, encarnó el personaje de Glenda Cleveland, la vecina negra cuyas denuncias fueron desestimadas por la policía). Lois, además, es alcohólica; su marido, el profesor de filosofía Marshall Tryon (Courtney B.Vance) está internado en terapia intensiva, al cuidado de una jefa de enfermeras con ideas muy originales sobre su profesión (la siempre genial Lesley Manville); su hija (Raven Goodwin), belicosa, voraz y rápida para las respuestas, convive con ella. 

Cuando cree haberlo visto todo en lo que respecta a la maldad, Lois se enfrenta al primer asesinato: un radiólogo, su esposa y sus tres hijos (incluido un bebé) aparecen asesinados de forma macabra. El asesino es creativo y su método, intuye la detective, parece estar desafiándola personalmente. Acompañada porun equipo que quiere derivar cuanto antes el caso al FBI, Lois cuenta con la inesperada colaboración de una monja periodista, la hermana Megan Duval (Micaela Diamond), que escribe notas policiales para el portal Catholic Guardian. Cuando comienzan a publicarse los artículos de Megan sobre los horrendos crímenes, el tráfico de lectores, irónicamente, aumenta (“También nos leen los judíos de la comunidad”, observa un sacerdote cuando el obispo y la madre superiora quieren discontinuar las notas por “obscenas”). 

La trama religiosa se completa con el personaje interpretado por Nicholas Alexander Chavez (el hermano mayor de Monstruos), el padre Charlie Mayhew, sexy y carismático, que alienta a Megan, al creer que los asesinatos son una especie de parábolas. A su vez, Megan orienta a Lois y al equipo, con citas de Nietzsche y Lacan, a descifrar los mensajes de los asesinatos (cada vez más escalofriantes); en uno de ellos, el sociópata compone una Última cena con cadáveres de indigentes. 

La serie parece rendir tributo a Se7en: los siete pecados capitales, la película de David Fincher, y El silencio de los inocentes, de Jonathan Demme. El elenco incluye a la estrella de fútbol americano Travis Kelce. Grotesquerie aborda, a la manera acumulativa e impactante de Murphy, varias cuestiones en simultáneo: los crímenes de odio (“¿Odio a qué?”, se pregunta la detective; “A todo”, leresponden); los pliegues terroríficos de la fe religiosa, la crueldad extrema como un modo de entretenimiento, el quiebre de una pareja, la decadencia de una comunidad donde casi nadierepara en los sectores vulnerables y el ascenso del protagonismo femenino que se evidencia en la atractiva pareja de la detective nihilista y la monja cronista. 

En los diálogos entre ambas aflora el humor.

Grotesquerie
Diez episodios
Creada por Ryan Murphy, Jon Robin Baitz y Joe BakenCon Niecy Nash-Betts, Courtney B. Vance, Nicholas Alexander Chavez , Micaela Diamond, Raven Goodwin y Lesley Manville Disney