“No sé si el libro se justifica en el estilo, sino en que exista un libro que transcriba estos parlamentos”, reflexionó con humildad Marcos Vieytes durante la presentación de su Con este sol, realizada este miércoles en la librería Caras y Caretas (Junín 365) junto a la editora Silvina Pachelo y sus colegas Adrián Muoyo y Nuria Silva.

Con este sol –explica su autor- se divide en dos partes: una mirada minuciosa a Juan Moreira de Leonardo Favio, donde desmenuza la película y establece relaciones –algunas, insospechadas- con otros films, y una segunda parte de “golosinas” cinéfilas, comentarios y recomendaciones sobre cine argentino para “degustar”. “Ahora ya no seré sólo polvo y osamenta, mis mentas están con las de Favio”, parafraseó Vieytes al Moreira, con una sonrisa y la librería Caras y Caretas repleta de cinéfilos, alumnos y maestros de cine argentino, como Raúl Manrupe.

“Es importante este libro por el contexto político, porque el cine es uno de los grandes medios y hacer un libro así significa conservar la memoria del cine de Leonardo Favio y su compromiso”, consideró Pachelo, desde su rol de editora. El libro fue publicado a través de Grupo Octubre y en él, explicó, siente que se expande y de algún modo continúa el catálogo de su propia editorial.

Silva, en tanto, destacó del trabajo de Vieytes el “desborde de emoción”, al que consideró análogo al del propio Favio. “Cuando uno lee Pasen y vean, la larga entrevista a Favio, él cuenta que muchos pasajes de su obra son en realidad recuerdos de infancia, hay una identidad ahí en su cine, y con Marcos también pasa eso, y del mismo modo que cuando él vuela, se eleva poéticamente, también siento que pasa eso con Favio”. Para Silva, el desglose pormenorizado que Vieytes hace de la obra del legendario cantante, actor y director de cine, en particular del Moreira, es revelador de una profunda sensibilidad. “Hay una sensibilidad ahí que es la del Diego, que era la encarnación de todo”, comentó.

“Y cito a uno que no es santo de mi devoción –advirtió-: Godard dijo que el cine es un pensamiento que adquiere forma y esa forma permite pensar, yo creo que hay que dar un paso más allá: el cine de Favio es un sentimiento que adquiere forma y permite pensar, y también pensarnos a nosotros mismos”.

Por su parte, Muoyo destacó la frase del Moreira elegida para título del libro (“Es pensar desde acá, con el sol de la Pampa, que no es igual al sol de otro lado”, señaló), lo mismo que los tonos “terrosos” de la obra de Favio. Pero su entusiasmo se hizo evidente al hablar de la noción de las “golosinas del cielo”. “No es el maná de los dioses que nos alimenta, es algo que se consume con mucho disfrute, queriendo dilatar su final”, se admiró.

Además, Muoyo celebró que Vieytes recupere la idea de lo sagrado en la cinematografía de Favio. “Lo interesante es que Marcos no necesita citar a nadie para justificarse, cuando cita algo lo hace como un Walter Benjamin criollo, y eso es muy interesante porque nuestra cultura se construyó fagocitando”, analizó.

La presentación continuó con la intervención del público, que aportó anécdotas sobre la vida y obra de Favio (como aquella vez que tuvo que cantar para Escobar Gaviria y vendió el Rolex que este le dio como pago para filmar su siguiente película), el interés popular por su música (el propio Vieytes imploró que alguien haga un trabajo que relacione ambos aspectos de la obra del artista) y una reflexión final, sobre la obra misma de Favio y –agregó Nuria Silva- sobre el propio libro de Vieytes. Una cita de Fuiste mía un verano, cuando el doctor amonesta al protagonista por sus malos hábitos y le dice que está yendo a 200 kilómetros por hora. “Sí, doctor. 200 km/h. Pero para adentro”. Así el cine de Favio. Así el libro de Vieytes.