Mediante un trabajo de colaboración entre el CONICET y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Salta será pionera en la región del Norte Grande en la instrumentación de la “Técnica del Insecto Estéril”.
Los detalles del plan fueron expuestos en el Senado y deberán contar con la autorización del Ministerio de Salud para poder realizar un plan piloto y determinar si la técnica funciona. Esto sucedería al año de realizar la captura de los mosquitos autóctonos. Tras ser irradiados y esterelizados los insectos se devuelven vía aérea a la provincia y se distribuyen en barrios seleccionados para poner en marcha la prueba que apunta a disminuir la población de Aedes aegypti, el mosquito que infecta con dengue, zika y chikunguña.
A diferencia de las técnicas que logran un mosquito de un color distinto para reconocerlo, como en Mendoza, la experiencia en Salta no diferenciará al mosquito estéril de aquel que no lo es.
El doctor en Ciencias Biológicas y especialista en Epidemiología del CONICET/ Universidad Nacional de Salta, José Gil, junto a la investigadora de la CNEA, Mariana Malter Terrada, explicaron la técnica ante los miembros de la Cámara Alta.
Gil indicó que el proyecto de colaboración con la CNEA surgió hace un año, basado en el trabajo de campo que venía haciendo la delegación local de CONICET en los departamentos Orán y San Martín, habiendo conseguido financiamiento de la fundación Balseiro.
Explicó que el proyecto contempla la captura de los huevos, su envío a Ezeiza, donde los mosquitos son criados en laboratorio, se irradian y esterilizan. Tras ese paso se devuelven vía aérea a Salta y se distribuyen en los barrios que fueron seleccionados al respecto.
Según lo indicado por el senador por Capital, Gustavo Carrizo, son dos los barrios que se eligieron para iniciar la experiencia en la captura de los huevos: El Huaico y Los Profesionales, ubicados al norte de la ciudad de Salta.
Allí los investigadores darán las ovitrampas a los vecinos que accedan a participar de esta experiencia, para que las hembras puedan poner sus huevos y de esta manera llevarlos y hacer la cría de los mosquitos en el laboratorio.
Gil afirmó que en esta etapa ya se puso en conocimiento del proyecto a la Municipalidad y al Ministerio de Salud Pública, dado que se debe llevar adelante un trabajo de concientización con vecinos y vecinas de los barrios donde se comenzará a capturar mosquitos y a hacer un monitoreo de la población. Las trampas se ofrecerán a cada vecino o vecina para que las coloquen en sus casas, pasando luego personal especializado a retirarlas. El investigador puntualizó que los técnicos no ingresarán a los hogares.
Una vez liberados los mosquitos esterilizados compiten con sus pares para aparearse con hembras silvestres. Como resultado, éstas ponen huevos que no producen nuevas generaciones, con lo cual se va disminuyendo la población de vectores.
Gil explicó que una vez culminado el plan piloto y según sus resultados, se prevé extender la experiencia a otras regiones de la provincia.
Terrada, por su parte, recordó que el proyecto se viene desarrollando desde 2016 tratándose de una técnica ecológica para controlar no la enfermedad, sino al vector que la genera, en este caso el mosquito Aedes aegypti.
Añadió que en el CNEA de Ezeiza se hicieron pruebas de transporte a Misiones y que este tipo de técnicas se usan a nivel mundial desde la década del 80 con muy buenos resultados en otros insectos, como la mosca del mediterráneo.
Al ser consultada por la posible inversión, indicó que la técnica de radiación está aprobada por la OMS y al no tener patente es accesible económicamente, frente a otras técnicas biológicas patentadas.