La crisis política en Bolivia entró en una nueva etapa con la tregua de 72 horas iniciada esta semana. Las últimas semanas estuvieron marcadas por el intento de asesinato contra el expresidente Evo Morales y el respaldo en las calles por parte de los seguidores del primer mandatario indígena del país andino y la respuesta desde el gobierno del actual presidente Luis Arce.
El pasado 14 de octubre los movimientos sociales partidarios del expresidente, Evo Morales, salieron a las calles para movilizarse en rechazo a la persecución judicial contra el líder político del Movimiento al Socialismo (MAS) y para exigir soluciones a la situación económica que atraviesa Bolivia. Los cortes de ruta tuvieron como epicentro la ciudad de Cochabamba.
Intento de asesinato
Días después y a unos 400 kilómetros en la provincia de Chaparé, el automóvil en el que viajaba Morales fue atacado con armas de fuego. Evo denunció el ataque tras difundir un video en el que se ve como su vehículo fue objeto de disparos provenientes de otras tres camionetas no identificadas mientras atravesaba la región cocalera del Chapare.
Según relató el líder del MAS, el ataque tuvo lugar este domingo alrededor de las 06:25 de la mañana cuando transitaba de Villa Tunari hacia Lauca Ñ, en el departamento de Cochabamba, donde se emite su programa radial en Kawsachun Coca. Al pasar frente a la Novena División de Villa Tunari, el vehículo en el que se trasladaba fue interceptado por dos camionetas.
"Yo pensé que tal vez algún ebrio nos estaba queriendo parar, pero sospeché que era raro y el chofer desvió. Otro nos cruzó y felizmente había un pequeño espacio entre los dos carros. Ya nos damos cuenta que era un operativo", contó. Morales describió que tras ser sorprendidos en el camino, escucharon varios disparos que impactaron en las llantas de su vehículo, obligándolos a cambiar de automóvil para continuar su trayecto.
"Empezaron los disparos. En ese momento yo escuché tres disparos. Nos agachamos, como estaban cruzados, picamos. Corrimos bastante y el segundo carro que nos seguía también cruzó apenas, pero nos siguió, casi nos alcanza. Otros disparos. Le habían disparado a la llanta que estaba ahí", precisó.
A su vez, le exigió al presidente Arce la destitución y procesamiento de los ministros de Gobierno y Defensa: "si Luis Arce no dio las órdenes de matarnos debe destituir y procesar de inmediato a sus ministros de Defensa y de Gobierno, Edmundo Novillo y Eduardo Del Castillo”, apunto el expresidente. Por su parte, Del Castillo, acusó a Morales de hacer "teatro" con el ataque, señalando que los disparos se habrían producido cuando el expresidente intentó evadir un puesto de control en Chapare.
El mandatario prometió que se realizará una “inmediata y minuciosa investigación” para esclarecer el “presunto atentado” denunciado por Evo Morales. Sin embargo, el mandatario de Bolivia se no respondió a la invitación de Morales para dialogar sobre la situación económica del país.
Preocupación de la ONU y la CIDH
La Secretaría General de la ONU informó que está siguiendo de cerca y con preocupación la escalada de tensiones en Bolivia.
El secretario general, António Guterres, llamó "a todas las partes a que ejerzan moderación y se abstengan de cualquier acto de violencia", según comunicó la oficina del político portugués a la prensa. A su vez, agregaron que Guterres hace un llamado a "los actores políticos para que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos y con pleno respeto de los derechos humanos".
Morales denunció el intento de asesinato por parte de agentes del Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió al gobierno de Bolivia a investigar la denuncia del intento de magnicidio contra el expresidente del país, Evo Morales, ocurrido hace una semana.
“CIDH llama al Estado a investigar con la debida diligencia la denuncia de ataque armado contra el vehículo que transportaba al expresidente Evo Morales, el 27 de octubre en Cochabamba”, reza el comunicado que difundió el organismo en sus redes sociales, sobre el ataque a Morales.
El organismo también llamó a prevenir la violencia contra trabajadores de prensa en las coberturas a las protestas y bloqueos. "Urge a las autoridades a proteger a las y los periodistas e investigar los actos de violencia, y llama a civiles en los bloqueos a respetar su labor", expresó a través de la Relatoría Especial por la Libertad de Expresión de la Comisión.
Represión
El ataque contra el exmandatario marcó un punto de inflexión y los bloqueos en las calles incrementaron su fuerza. Esto tuvo su contrapartida desde la represión por parte de las fuerzas de seguridad pública. Las movilizaciones que se sucedían desde mediados de octubre como respuesta al aumento en las tarifas de transporte y a la crisis económica que atraviesa el país.
Las fuerzas estatales llegaron con excavadoras y con decenas de vehículos policiales, en una operación conjunta con militares para levantar los cortes de calles y reprimir con gases lacrimógenos en los puntos donde estaban concentrados los campesinos y los movimientos sociales que acompañan a Morales. Según medios locales, hubo al menos 40 personas heridas por impacto de gases y balines.
Tras la represión Morales apuntó contra Arce y dijo que "los indios valen menos que la bala que los mata", y advirtió que intervenir los bloqueos es "herir y dividir a Bolivia". Evo también criticó la actual gestión al afirmar que "nadie hubiera imaginado que los últimos meses de su gestión serían tan oscuros y lamentables". Además, comparó al gobierno de Arce con la expresidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020).
Arce y Morales están distanciados desde 2021 luego de que Arce asumiera la presidencia. Arce fue presentado como el delfín de Morales quien se encontraba exiliado tras el golpe de Estado perpetrado por Áñez en 2019. Sin embargo, una vez en la presidencia Arce Catacora marcó una distancia del liderazgo político de Morales.
Tregua y búsqueda de diálogo
En paralelo al operativo represivo del gobierno, Morales pidió a los movimientos sociales y seguidores que lo acompañan que consideren una pausa para evitar “hechos de sangre” ante la represión desplegada por las fuerzas estatales. A su vez, anunció una huelga de hambre que mantuvo hasta entrada la tregua de 72 horas con el gobierno de Arce.
Los próximos comicios previstos para 2025 son también parte del eje central de la actual crisis. Morales busca presentarse como candidato tras haber ejercido la primera magistratura entre 2006 y 2019 cuando fue depuesto por un golpe de Estado.
Actualmente está abierta una investigación al expresidente quien es señalado por presunto estupro por un hecho que ocurrió en 2015. Además, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina, sumó otra presentación judicial contra Morales por presunto delito trata y abuso infantil mientras estuvo exiliado en Argentina. Estos acusaciones lo sacan de la carrera electoral y abre las puertas a una proscripción según denuncian los movimientos sociales que acompañan al exmandatario.