Durante el mes de octubre la Canasta Básica Alimentaria trepó a $146.303 para un adulto en la ciudad de Rosario. Según el relevamiento realizado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la cifra representa un aumento del 3,1% respecto al mes anterior y un incremento interanual del 202,5%. Con esos valores, una familia tipo debió tener en octubre un ingreso superior a $557.413 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. “Hubo un cambio de nivel muy fuerte que ahora se fue estabilizando, pero que sigue subiendo en porcentajes menores. Pero el nivel de precios cambió, estamos en otra escala”, evaluó Paula Durán, coordinadora del organismo. “Lo que observamos es que hay un deterioro muy fuerte en los ingresos, en relación al nivel de precios”, añadió.
Esta semana se conoció el relevamiento mensual que realiza la Usina de Datos de la UNR sobre los 58 productos que componen la Canasta Básica Alimentaria para la Región Pampeana, en la ciudad de Rosario. El informe arrojó que durante octubre, los precios de los productos se incrementaron en un 3,1% en relación a septiembre, lo que implica una suba de $8.351,61 en valores absolutos. En el último año, la Canasta Básica Alimentaria aumentó todos los meses llegando a un pico del 34% en diciembre pasado, que inició una desaceleración y tuvo su piso en agosto (0,2%) para luego comenzar a subir. El aumento interanual fue de 202,5%.
El rubro que registró mayor aumento de precios en términos porcentuales fue Raíces y Tubérculos (18,2%), seguido por Verduras y Hortalizas (12,7%), mientras que Azúcares y dulces registró una fuerte baja (-14,0%), acompañado por el precio del Pan (-8,3%). En el mismo período, los rubros con mayor crecimiento en términos absolutos también fueron las Raíces y Tubérculos ($2.484) y las Verduras y Hortalizas ($2.923), a lo que se le suma el rubro de las Carnes ($1.721).
El estudio también mide el impacto de estos números en la economía familiar. Así, una familia rosarina, compuesta por dos adultos y dos menores, debió tener en octubre un ingreso superior a $557.413 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas y no quedar debajo de la línea de indigencia. En tanto, un hogar de tres integrantes –dos adultos y una menor– debió contar con un ingreso superior a $305.773 para comprar los alimentos básicos. A su vez, un hogar con una mujer adulta y tres hijos menores necesitó un ingreso de $431.593 con el fin de cubrir su subsistencia alimentaria.
Para Durán, el informe da cuenta de una “variación baja” en relación a meses anteriores, que dejaron los precios en un nivel muy alto respecto al año pasado. “Son números que, comparados con el salario mínimo o las jubilaciones, alcanzan para cubrir alrededor de dos canastas alimentarias. Y estamos hablando de alimentos crudos, ni siquiera se contemplan los costos de energía para cocinarlos o conservarlos, y mucho menos el resto de bienes y servicios que integran la canasta básica total”, explicó en declaraciones a Rosario/12. “Esto es apenas un primer indicador que debe acompañarse con otros datos, como el costo de los bienes y servicios básicos, la vivienda y ni hablar el transporte. Todos rubros que componen lo que necesitamos diariamente para vivir”, detalló.
Otra de las conclusiones que se desprenden del informe es la pérdida del poder adquisitivo que vienen sufriendo los salarios. “Hubo un cambio de nivel muy fuerte que ahora se fue estabilizando, pero que sigue subiendo en porcentajes menores. Pero el nivel de precios cambió, estamos en otra escala”, evaluó Durán. “El año pasado estábamos siempre por debajo de los 50 mil pesos en términos de canasta por persona, y ahora estamos en 150 mil pesos. Fue una pendiente muy pronunciada que no estuvo acompañada por un incremento de los ingresos. Lo que observamos es un deterioro muy fuerte en el nivel de ingresos, en relación al nivel de precios”, añadió.
Por último, la especialista explicó que es difícil pronosticar el comportamiento de precios hacia fin de año, en un contexto de volatilidad como el que atraviesa la Argentina. Para ese análisis entran en juego factores como las variantes en el tipo de cambio, la fuerte caída en el consumo que ya arrastra varios meses, e incluso cuestiones externas que influyen sobre precios. “De no haber recomposición de ingresos, y de mantenerse esta caída del consumo que afecta a distintos sectores, es probable que los precios se mantengan oscilando en el orden del 3% y del 5%. Pero hay que ver con qué otras medidas o situaciones se acompañan”, analizó.