La joven nadadora argentina Guadalupe Angiolini, de tan solo 16 años, hizo una vez más historia en el deporte de la natación. Recientemente, la talentosa atleta se consagró como doble medallista en el Mundial Escolar de Natación U18, realizado en Baréin, en el Golfo Arábigo, entre Arabia Saudita y la península de Qatar. Además, Angiolini se destacó en dos de las pruebas más exigentes de la natación: logró la medalla de plata en los 100 metros mariposa y se subió al podio con el bronce en los 50 metros mariposa, un logro que marca un nuevo hito en su carrera.
De Necochea al mundo
Originaria de Necochea, comenzó a nadar a los ocho años, después de haber practicado basquetbol. "Me enamoré de la natación. Me da mucha paz mental. Yo creo que todos deberían nadar alguna vez en la vida, hace muy bien”, dice.
Su primer encuentro con la competencia no fue agradable, no le gustaba la natación y no disfrutaba competir. Pero al poco tiempo comenzó a fascinarse por la sensación de adrenalina: ya a los 10 años participó de su primer torneo nacional, donde salió campeona en los 50 y 100 metros, en las categorías espalda y mariposa. Desde ese gran triunfo para la pequeña nadadora, allí su carrera no dejó de crecer.
A los 15 años, Angiolini batió un récord histórico en los 50 metros mariposa, superando a figuras consagradas de la natación argentina, como Macarena Ceballos y Julia Sebastián. Después de esos duelos, se convirtió en la nadadora más rápida de la Argentina.
Este logro fue un punto de inflexión en su carrera, que la llevó a representar al país en torneos internacionales de alto nivel. En 2023, participó en el Pan Pacific Championship en Australia, una competencia con un nivel de exigencia comparable al de un campeonato mundial, donde compartió piscina con atletas de primer nivel de Estados Unidos, China y Australia.
Los sacrificios
Pero el camino no fue tan fácil como parece hoy en retrospectiva. En Necochea, donde entrena en el Club Huracán, no hay una pileta de 50 metros, lo que obliga a Guadalupe y a su entrenador, Claudio Castagnari, a hacer sacrificios.
"Entrenamos en una pileta de 25 metros. A veces tenemos que viajar hasta Mar del Plata para entrenar. Este año recién pudimos nadar una vez por semana en una pileta de 50, pero sigue siendo complicado", señala la joven, que a pesar de las limitaciones, no deja de darlo todo. "Mi sueño a largo plazo es ir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028" relata.
Actualmente, forma parte de la camada de nadadores nacidos en 2008, considerada una de las más fuertes de Argentina, y sigue paso a paso en su camino hacia ese gran sueño. "El año que viene tengo un montón de torneos importantes, como el Panamericano Junior, el Sudamericano y el Mundial en Singapur. Hay muchos desafíos, pero también grandes oportunidades", explica. Parte de eso es su trabajo con su entrenador, Claudio Castagnari, y sus entrenadoras físicas, Verónica Ruiz y Josefina Serqueira.
A la hora de pensar en influencias, Angiolini menciona a Macarena Ceballos, la nadadora argentina. “Macarena logró muchísimas cosas para la edad que tiene. Además de que pasó por una tragedia familiar. Llegó a los juegos olímpicos muy joven, sigue con ganas, es podio panamericano. Me parece impresionante y me inspira, dice. De proyección internacional, no puede evitar mencionar al campeón olímpico estadounidense Michael Phelps. "Saliendo de Argentina, me gusta mucho Phelps, sobre todo porque visibilizó mucho los problemas de salud mental que tenemos los deportistas” dice.
De hecho, para ella uno de los mayores desafíos fue superar la ansiedad previa a las competencias, algo que fue logrando con el apoyo de su psicóloga deportiva. “Ahora antes de competir para relajarme me pongo unos temas de Duki y Cia. O rock nacional, me gusta mucho Intoxicados, Cerati, Los persas, entre otros”, dice.
A pesar de que sus tiempos en Baréin dice que no fueron sus mejores marcas personales, Angiolini se mostró encantada con la experiencia. "Fue algo impresionante, estar rodeada de tanta gente talentosa me motivó muchísimo, además de conocer una cultura completamente opuesta. Nunca pensé que la natación me iba a llevar a viajar y conocer otros países” concluyó.
Desde el Programa “Alto Rendimiento”, aseguraron que seguirán respaldando a Angiolini en su crecimiento deportivo. Este programa, impulsado por Puerto Quequén, tiene como objetivo acompañar a jóvenes deportistas de la región, brindándoles apoyo en su formación y en sus aspiraciones de llegar a la élite deportiva.