“Me pidieron la renuncia por objetar persecución ideológica a los becarios e investigadores”, afirmó Manuel García Solá, el exdirector del CONICET que dejó el cargo esta semana. Tenía un sillón en el organismo desde el 2022 en representación del sector Agro y había sido propuesto por la Sociedad Rural. En una carta dirigida al presidente de esa entidad, Nicolás Pino, dijo que nunca podría callar su voz “cuando se intentara cometer algún acto de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas”. Investigadores, autoridades de institutos de ciencia y gremios señalaron la gravedad de la situación y el impacto que esto tiene en el prestigio del organismo, el número 1 de América Latina. Además, sostuvieron que el Gobierno discrimina a investigadores e investigadoras que no están dentro de su agenda cultural y que, por ejemplo, trabajan con temas vinculados al género o al cambio climático.

“En este contexto de pretendido amordazamiento de la opinión diversa no existe la posibilidad de alcanzar las metas de libertad económica. Lo más contrario a la ciencia es la persecución por ideas, de cualquier tipo”, afirmó García Solá en diálogo con Página 12. Si bien no son públicos los motivos por los que desde la SRA impulsaron la salida de García Solá, hay situaciones previas que dan indicios. Semanas atrás, durante una reunión de directorio, García Solá le dijo al presidente del Conicet, Daniel Salamone, que se estaba por cometer una “discriminación política” con un caso particular, algo que no le cayó bien al experto en clonación designado por Javier Milei, que se mostró molesto durante el encuentro. Desde ese día comenzaron las presiones hacia Pino para la desvinculación de García Solá, que finalmente se concretó el jueves pasado.

“Jamás se alcanzó la libertad económica, en la que coincidimos y por la que bregamos en la SRA, sin libertad política, de pensamiento y disenso democrático, sin respeto a las ideas del otro", escribió el exfuncionario en una carta al director de la entidad agropecuaria. Además, García Sola ejemplicó la postura del Gobierno con una de las respuesta que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dio durante su presentación en la Cámara de Diputados, en la que explicitó que la evaluación a los investigadores del organismo estaba condicionada a que "sean pertinentes los temas que trabajen" y que se iba a "someter a una segunda evaluación de corte político". "Algo parecido ocurrió en las últimas semanas con algunos becarios y fue lo que me llevó a mí a señalar que estaba en desacuerdo con esos procedimientos y, evidentemente, eso no gustó. A alguien no le gustó y se canalizó de la manera que se canalizó", dijo García Solá.

En ese mismo sentido se expresaron desde la Red Argentina de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT), el grupo que nuclea a más de 200 directivos de todo el país. “Si se sigue esta línea ya no será más una evaluación científica rigurosa sino que será la línea que al Gobierno le resulte compatible con su pensamiento, eso es un contenido discriminatorio. Si los proyectos no se condicen con la agenda del gobierno no salen, eso es discriminación. Por ejemplo, aquellos investigadores de temáticas de género y cambio climático, que no forman pare de la agenda de gobierno, no se subsesionarán, no se dará curso a futuro a sus trabajos”, afirmó Jorge Geffner, investigador del Conicet y miembro de Rayncit.

García Solá también fue ministro de Educación durante el gobierno de Carlos Menem y actualmente es el vicerector de la Universidad del Chaco Austral, es considerado por sus pares del directorio como una persona con conocimiento de su área. Él representaba al sector del Agro y fue nominado por SRA con acuerdo de Confederaciones Rurales, Federación Agraria y Coninagro. El directorio está conformado por 8 miembros; 4 científicos elegidos por sus colegas de las 4 grandes áreas del conocimiento y 4 representantes de partes de la sociedad: 1 por las 24 provincias, otro por las universidades públicas de Gestión Estatal y Privada, uno propuesto por las organizaciones de la Industria y el otro por el Agro.

En estos meses, los integrantes del directorio vienen dando una disputa interna con Salamone para intentar salvar lo posible en el marco de una Gobierno cuya promesa de campaña fue cerrar el Conicet. Uno de los antecedentes de este descriminación y persecución fue la eliminación de algunas investigaciones del repositorio del organismo (una página web en la que está toda producción científico-tecnológica). Se sacaron alrededor de treinta trabajos vinculados a las Ciencias Sociales, uno de ello el que fue ridiculizado públicamente por integrales del Gobierno sobre la sexualidad de Batman Finalmente, tras la quejas fueron repuestos. “No nos da lo mismo, no queremos un país con caza de brujas, nada es posible cuando el Estado Nacional, que debería velar por los intereses de su población, persigue a quien piensa distinto”, indicaron desde el Rayncit a través de un comunicado.

García Solá hizo una comparación entre el Gobierno de La Libertad Avanza y el que él integró durante la década del 90. “Yo, que fui ministro de Menem, puedo decir que áquel gobierno también perseguía la ´libertad económica´pero garantizando una irrestricta libertad política que implicaba que todo el mundo opinara”, le dijo García Sola a este diario. Ese es uno de los puntos que resaltan desde dentro del Conicet, que justamente se trata de una persona con cierta afinidad política a algunas ideas de la administración de LLA. “El impacto es muy grande, que una persona que incluso acompaña ciertas ideas liberales del actual gobierno denuncie que hay discrimación ideológica es muy grave. Tienen un impacto particular porque viene de alguien propuesto desde la SRA, eso tiene un simbolismo mayor”, agregó Geffner, que también es Premio Konex Platino 2023.

Esta situación se da en un contexto de un permanente desfinanciamiento del Conicet, en lo que va del año se perdieron 450 puestos de becarios y 600 investigadores. “Los postulantes que se inscribieron respecto de los años anteriores fueron el 30 por ciento menos y con el desplazamiento de las becas del 1 de abril al 1 de agosto, se cayeron una cantidad de becarios que no podían esperar y se dedicaron a otros trabajos”, describió el exdirector.

Sobre eso también habló la investigadora y dirigenta de ATE Conicet Verde y Blanca, Nuria Giniger, que indicó que a las “politicas dirigidas de destrucción se sumó una política de desprestigio”. “Lo que dijo García Solá es lo que venimos denunciando, empezaron con los despidos y siguieron con tres políticas muy fuertes: la reducción del 40% de las becas doctorales y posdoctorales, los 900 investigadores que ganaron su concurso en 2022 y no les dieron el alta y el vaciamiento de los proyectos de investigación de la Agencia I+D+I”, afirmó. Además, dijo que existen compromisos con el Banco Interamericano de Desarrollo que el Gobierno no está realizando porque la agencia está descabezada. “Los proyectos, que no son con plata del Tesoro Nacional sino que vienen del BID, están frenados porque no hay nadie nombrado y esos compromisos están siendo incumplidos”, agregó Giniger.

Ahora queda por definir quién sustituirá a García Solá en el directorio, dentro de la terna que fue presentada por el sector Agro en el 2022 hay otras dos personas. José María Bruniar, propuesto por Coninagro, y la ingeniera agrónoma Maura Aurelia Rodríguez, representante de la Federación Agraria. Bruniar es un defensor de las ideas de la LLA, tanto que en su redes sociales niega el cambio climático y rechaza la Agenda 2030 que promueve Naciones Unidas. “El Cambio Climático es una estafa. No se necesita ningún proyecto de ley, ni regular los mercados de carbono, los privados que se comieron el cuento de la agenda 2030, que se paguen ellos el riesgo de las transacciones”, escribió días atrás en la red social X el posible nuevo director del organismo más prestigioso de Ciencia y Tecnología de la región y el mundo.