Ayer se celebró la 20° edición de la Noche de los Museos, un acontecimiento muy esperado que ya forma parte de la tradición porteña. Con propuestas variopintas, un clima ameno y transporte público gratuito vía Pase Libre para facilitar la llegada a los diferentes puntos de la ciudad, unos 250 museos, centros históricos y espacios culturales abrieron sus puertas y se llenaron de multitudes hormigueantes en las veredas: familias y grupos de amigos concurrieron al evento para disfrutar de muestras artísticas, visitas guiadas, performances, talleres, ferias, shows musicales y exhibiciones del patrimonio cultural.
A las 19 hs fue la presentación oficial en el Planetario Galileo Galilei con la presencia del jefe de Gobierno, Jorge Macri dando la bienvenida, y la ministra de Cultura Gabriela Ricardes, quien se ocupó de la cuenta regresiva para la inauguración. "Esta noche los museos se vistieron de fiesta e hicieron un plus, algo más, para recibirlos", anunció. Mientras tanto, los espectadores esperaban el primer número sentados sobre el césped: la Banda Sinfónica de la Ciudad dirigida por Carlos Raúl Jaimes interpretó un repertorio que inluyó bandas sonoras de películas como Star Wars, E.T. e Indiana Jones, y obras de Puccini: fragmentos de Turandot, Tosca y Madame Butterfly.
Mientras sonaba la Marcha Imperial de Star Wars, una fila de personas rodeaba el Planetario para acceder a la “Experiencia inmersiva”, una propuesta que combinaba imágenes del universo con música de David Bowie para generar un gran impacto sensorial.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires - Museo de Ciencia y Técnica “Ing. Juan José Sallaber” se convirtió en una verdadera feria de ciencias: desde juegos matemáticos hasta demostraciones de robots con explicaciones por parte de estudiantes y expertos en ingeniería, hidráulica o robótica, para un público que paseaba por los pasillos del edificio neogótico de avenida Las Heras. En el primer piso se llevó a cabo una intervención de artivismo gráfico bajo el lema #DefendemosLaCienciaArgentina, con afiches creados por estudiantes de la materia Ilustración Editorial (Cátedra Roldán) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Esas piezas tienen como misión visibilizar la problemática que la ciencia argentina atraviesa a raíz de los recortes presupuestarios impulsados por el gobierno de Javier Milei.
En diálogo con Página/12, Sofía, una estudiante, explicó: "Yo estudio biología en Exactas y la verdad es que el deseo de la mayoría de los que estamos ahí es seguir en investigación. Ahora se está desfinanciando el Conicet y todos los institutos importantes, que son los lugares a los que el estudiante de ciencias aspira llegar. Estas actividades de divulgación científica están buenísimas, yo vengo siempre y esta vez no se pudieron llevar a cabo en nuestra Facultad porque hay un evento privado en el campo de deportes, un recital. Esto es una décima parte de todo lo que se puede mostrar de los laboratorios de investigación y estamos acá para defender la ciencia argentina, para mostrar lo que hacemos. Nos gusta participar y hacerle llegar al público la ciencia para que sepan por qué estamos luchando".
El Museo de Arte Popular José Hernández ofreció tres propuestas bien diferentes. Por un lado, la exposición “Tesoros del Gran Chaco”, que busca visibilizar y celebrar la riqueza cultural de los pueblos originarios de esa región a través de las producciones culturales y artísticas de las comunidades qom, wichi y moqoit. El artesano Gustavo "Nino" Casares trabajaba en un rincón de la sala del primer piso como integrante de la Nación Mocoví del Chaco. Vive en Las Tolderías --unos mil habitantes-- y dijo: "Al mocoví se lo conoce como el alfarero y es la comunidad que mantiene la artesanía con procesos naturales. Es mucho más trabajoso de esta manera pero es nuestra cultura y nosotros queremos transmitir un mensaje porque esto pasa de generación en generación. Mi mamá me enseñó el arte de la alfarería: las nuevas generaciones queremos tener otros procesos pero, a la vez, nos damos cuenta de que es como nos enseñaron. Yo estoy acá en representación de mi comunidad, estamos muy contentos y agradecidos con la invitación. Nosotros queremos que el artesano sea el protagonista, porque en algún momento hubo intermediarios", comentó.
En el mismo espacio se pudo ver la muestra “Tomás Ditaranto, el pintor del Martín Fierro”, con el foco en las ilustraciones de la edición trilingüe del Martín Fierro publicada en 1973 con bocetos, distintas fases del personaje y exquisitas escenas capturadas por Ditaranto en sus cuadernos de viaje. Entre las plantas y los aljibes del jardín se podía ver también “Nirvana”, del artista Sergio Blanco, tres obras tituladas Amanecer crepuscular, Paraíso y Entre lo posible y lo real con el acompañamiento de la música creada y ejecutada en vivo por Diego Araujo, sentado en el piso y descalzo, con su sitar hindú.
En el Museo Evita hubo varias propuestas. El recorrido por las bellísimas instalaciones de la calle Lafinur va desde la infancia de María Eva hasta su encuentro con Perón y el surgimiento del peronismo aquel 17 de octubre. La muestra expone objetos personales de Evita --vestidos, polveras, sombreros, zapatos, prendedores-- y también los juguetes que entregaba en su momento la Fundación Eva Perón. Los visitantes más maduros comparten entre sí recuerdos y anécdotas; una señora le dice a su hijo: "Era única". En el patio, además, se podían recorrer varios stands de la Feria del Libro de Temática Peronista, con un abanico de sellos editoriales que exploran la rica historia de un movimiento político y cultural que marcó un antes y un después en la historia argentina.