Rosario Sansone, referenta trans y pionera de la marcha del orgullo en Salta, fue encontrada sin vida tras un incendio en la casa que alquilaba en Bahiía Blanca el domingo 3 de noviembre. Las circunstancias de la muerte están siendo investigadas. Las amigas, Nancy "Eva" Luna y Greta Aguilera, siguen desconcertadas, una de ellas expresó miedo, se proponen marchar el próximo 29 y "seguir" con el legado que les dejó la histórica militante.
Greta conocía a Rosario desde la adolescencia, cuando tenían 15 y 17 años e iban al mismo colegio en Colonia Santa Rosa, en el norte salteño. En ese momento, les decían "gays" o "maricas", aún no habían hecho la transición de género. Un día Rosario la invitó a que fueran juntas a la elección de reinas y desde ahí se volvieron inseparables. Años después, el destino también las encontraría unidas, en muchos momentos importantes para sus vidas y para el colectivo LGBTIQ+, uno de ellos fue lo que después se denominó la primera marcha del orgullo, que organizaron junto a Pelusa Liendro, quien fue víctima de un crimen de odio en 2006.
Rosario y Greta mantuvieron una amistad por 30 años, hermanadas por la identidad de género, en un contexto hostil y en la lucha por sus derechos. Ahora Greta enfrenta la noticia de la muerte de su amiga con dolor y miedo; desde que se enteró, no puede comer bien, "tengo como un malestar en el pecho", contó. "Rosario murió con 47 años, me la mataron", sostuvo. "Que se sepa quién fue", pidió, aunque sabe que hay una investigación fiscal en curso y que de manera oficial no se arribó aún a una conclusión.
El asesinato no es una muerte natural ni esperable, pero Greta señaló que es uno de los factores de muerte de las personas trans, cuyo promedio de vida oscila entre los 35 y 40 años, por la discriminación, las violencias y la desigualdad estructural. "Así terminamos las compañeras trans lamentablemente, si no es la enfermedad que es el VIH, es la droga, o los policías, o así", manifestó.
El domingo a la madrugada, Rosario se fue a un boliche de Bahía Blanca, antes mandó una foto a un grupo de whastapp que compartía con Greta, quien se encuentra en Colonia Santa Rosa. "Mandó una fotito de cómo había ido producida. El domingo ella se fue a bailar con una compañera. Y ella llega a la casa con vida", aseguró, lo sabe porque estuvieron conversando. "A las 6, yo sé que ella ya se estaba desmaquillando en la casa", precisó.
"Escucho sus videos y no puedo creer que no vamos a verla más. Eso es un poco duro", dijo Greta. Contó que permanece en contacto con la hermana de Rosario, Marita, con quien se conocen también de casi toda la vida. Espera también el retorno del cuerpo a Salta, para despedirse de su amiga, aunque dijo que esto podría demorar porque se siguen practicando pericias.
Greta contó que dos días después de la muerte de Rosario, a las 6, recibió una llamada sospechosa de una persona que le dijo que era de la Brigada de Investigaciones de Bahía, pero duda de esa procedencia, por eso comunicó esta situación a la policía local. En ese llamado le consultaron por varias mujeres trans, le mencionaron a algunas de ellas que estarían siendo investigadas por la muerte de su amiga. Sin embargo, el horario de la llamada y hasta la voz le resultaron sospechosos.
"Era una activista de hecho"
Nancy "Eva" Luna es oriunda de Orán, vive en la ciudad de Salta, también era una amiga muy cercana de Rosario, desde hace muchos años y la acompañó en las marchas del orgullo. "No sabemos si es un accidente o qué es lo que pasó", dijo a Salta/12. "Es una gran pérdida" para el colectivo trans porque era "una activista real, seria, comprometida con todas las causas", "no era una activista de palabra, era una activista de hecho", insistió.
"Con ella hablé el viernes, estaba contenta de venirse para la marcha que es el 29 de noviembre, en honor a la fecha de la muerte de Pelusa Liendro, y también se cumplían ya los 20 años de la primera marcha", contó Nancy,
"Ella decía. hay que dar soluciones, no importa si el Estado no responde, no podemos estar esperando nada", recordó. Destacó que Rosario era muy solidaria, no solo con compañeras del colectivo trans, sino con cualquier persona que lo necesitaba. La recordó marchando, acompañando en los hospitales, gestionando alimentos, medicamentos, asistencia durante la pandemia de la covid-19, cuando muchas de ellas que vivían del trabajo sexual no podían salir a la calle y la pasaban "muy feo" porque no tenían otros ingresos, y luchando por el cupo laboral trans, que todavía no se implementa en la ciudad de Salta. La recordó impulsándola a ella y a otras compañeras, a marchar y a luchar por sus derechos.
"Es feo. Todas las historias de las personas trans a nosotras nos atraviesan. A mí, sin ir más lejos. Al hacer la transición de persona trans, perdí amigos, perdí parientes, es horroroso. Esas historias, esas cosas que nos atraviesan a todas las chicas, la exclusión del hogar y todo eso que nos pone en solidaridad, de decir que tenemos que ver por nosotras, cuidarnos entre nosotras. Y Rosario era esa persona que te movilizaba", expresó.
"Cada vez que una compañera trans que no pasa los 30 fallece, para nosotros, es un cachetazo horrible. Y eso lo aprendí con ella también", resaltó.
"Acá en Salta, 90% de las personas trans tienen situación de prostitución", sostuvo Nancy. Dijo que con Rosario conversaba de este tema. Ella creo que deben legarle "algo mejor a las chicas que vienen", porque incluso muchas migran de Salta a Buenos Aires donde pueden estar un "poquito mejor" y "un poquito mejora la calidad de vida".
En Salta, el colectivo trans reclama hace años la derogación del articulo 114 del Código Contravencional por el que terminan detenidas al "no vestir con ropa de acuerdo al sexo" biológico. "Está en Salta Capital, se derogó en todos lados", dijo Greta.
De hecho, Rosario también se encontraba en situación de prostitución, Nancy dijo que ya la estaba dejando y pensaba retornar a Salta con su familia, pero ante "el ajuste" del nuevo gobierno, se vio en la necesidad de seguir porque se vio afectada por los recortes de programas sociales. También recalcó que en Bahía había más asistencia y contención que en Salta para las personas trans.
Rosario también padecía problemas de salud, psicológicos y físicos, consecuencia de las violencias que había vivido y por la "silicona líquida" que le colocaron años antes y que hoy se sabe que tiene secuelas muy dañinas. "Una tenía que acceder a eso para sobrevivir en la calle, hoy es tajante la lucha de decir no a ese veneno", dijo Nancy, quien también padece por haberse inyectado. Consideró que todo esto y la muerte dudosa, "es consecuencia de la misma situación que vivió, de todas las violencias que vivió ella en la calle".
"No quiero pensar que nos callaron"
"Un día yo decidí sacar un efectivo de mi padre, y me saco los boletos y le digo, Ro, vamos a Bahía", contó Greta. Ella tenía 17 años y Rosario 18. "Hay una fotito que tenemos justo en el cruce cuando nos estábamos yendo (...), dos negritos que iban a la ciudad", recordó.
Greta volvió a los dos años, "cambiada, ya con lolas y todo, que era como una novedad mal para el pueblo, yo era una extraterrestre (...). Fui la primera chica trans en venir así". Iban y venían con Rosario. Después Rosario llevó a su familia a vivir a la capital de Salta.
"Veníamos hasta la capital, y así nunca más nos separamos. Siempre viajábamos juntas. Juntas conocimos a Pelusa Liendro", recordó Greta. Relató que ante la indignación que tenían por la violencia policial debido que las llevaba detenidas "por estar paradas en la calle", surgió la necesidad de hacer algo y realizaron la primera marcha. "Me acuerdo que juntamos a once chicas y nos fuimos a la comisaría. La primera noche fuimos once chicas. (Después) a Pelusa Liendro me la mataron horrible, ahora a Rosario, de esas tres militantes que organizamos, quedé yo", lamentó. "No quiero pensar que nos callaron", sostuvo.
Luego del asesinato de Liendro, Rosario fue a vivir a Bahía Blanca, esta situación la afectó mucho y era perseguida por la policía. "Nos quedamos en Bahía un muy buen tiempo, por dos años no volvimos. Después volvíamos con miedo". "Nos querían cazar", afirmó Greta sobre la noche en que mataron a Pelusa. "Tenía que ser Rosario o Pelusa", sostuvo. Esa noche un hombre llamó a Rosario para encontrarse pero ella se negó. También Pelusa había recibido una llamada, en el encuentro la mataron de siete puñaladas.
Además, Greta recordó que hace 8 años, en Bahía Blanca, a Rosario casi la matan por robarle en la vía pública. "Le atraviesa la bala las dos manos y queda en la pierna", "quedó mal de la mano, no la podía cerrar", sostuvo. Estuvo grave y ella viajó para cuidarla.
Antes de esa fecha, Greta había retornado a vivir en Colonia Santa Rosa, luego de varios años en Bahía Blanca, decidió quedarse en su pueblo natal, para cuidar de su madre. Recordó que tanto ella como Rosario, siempre tuvieron mucho apoyo y afecto de sus familias, que incluso las solían acompañar en las marchas del orgullo.
Ahora, ante la muerte de su "hermana de lucha", Greta dijo que no tiene ganas de marchar el 29 pero recuerda las palabras de Rosario, "cada vez tenemos que ser más, nunca menos" y se convence,"tengo que ir, estar y seguir". "Con el dolor que eso implica, porque yo suelo siempre marchar bailando, gritando 'estamos vivas'".