Según se coincide en todas las vertientes ideológicas, si algo le faltaba al envalentonamiento de los Milei era el triunfo contundente de Donald Trump. Y las vocerías del establishment en particular, con apenas tímidos reparos, dicen que ahora sí se habrían alineado los astros de la felicidad gubernamental.
La pregunta aburridamente retórica es en qué consistirá la felicidad ésa. En qué signos con