“Era la comunicación con mi familia”, dice María José. “Ahora casi no estoy yendo a mi pueblo, porque lo tengo que planificar más y ahorrar plata”, señala Aldana. “Era un servicio que no tenía nada que envidiarle a Europa”, apunta Josefina. Las tres, dos de Pehuajó y una de Berutti, utilizaban el tren que partía de Once a Pehuajó para visitar a sus familias. Las tres, junto miles de bonaerenses, lamentan el corte del servicio Trenes Argentinos por decisión del Gobierno nacional.
María José Malacuse tiene 33 años. “Los cumplí el último finde”, cuenta. Relata a Buenos Aires/12 que vive en Pehuajó hace nueve años porque su marido nació allí y fueron a trabajar cuando estaba embarazada de su primera hija. “Mis familiares venían seguido gracias al tren, y mi mamá, al menos una vez por mes para ver a sus tres nietos”, señala. “Los chicos se quedaron sin las visitas de la abuela”, apunta.
Silvia, la abuela en cuestión, vive en Haedo. Allí se subía al tren que partía de Once y, camino a Pehuajó, también pasaba por Chivilcoy, 9 de Julio y Carlos Casares, entre otros pueblos el interior. Ahora, a partir del 1 de noviembre, sólo llega hasta Bragado.
“Mi mamá fue con amigas a despedir el tren a Haedo”, cuenta María José. Su madre es docente jubilada, y al igual que muchos pehuajenses y bonaerenses en distintos puntos de la Provincia, se acercaron a las estaciones que tenían a mano para saludar el último tren que pasó por las vías el último fin de semana de octubre.
Para Aldana Paternite Tartara, el corte del servicio significa menos visitas a la casa de papá y mamá en Berutti, un pueblo de 1.500 habitantes a casi cien kilómetros de Pehuajó que pertenece al partido de Trenque Lauquen. “Mis viejos me iban a buscar a la estación cada vez que iba”, relata sobre el ritual familiar que ya no estará. Como el servicio salía de Buenos Aires el viernes a la noche y llegaba de vuelta el lunes a primera hora, permitía pasar los fines de semana a quienes iban de visita a Pehuajó y alrededores.
“En mi caso, que estudio y trabajo de lunes a viernes, no podía ir en otro momento que no sea el fin de semana”, señala. Vive en Caballito y estudia Psicología. A sus 22 años, trabaja de niñera para costear su cotidianidad. Asume que ya no podrá viajar seguido, porque el colectivo oscila los 60 mil pesos ida y vuelta, cuando el tren, a pesar de que el gobierno de Javier Milei lo aumentó abruptamente durante 2024, costaba cerca de 40 mil. En enero, el boleto costaba 4.076 mil pesos.
El aumento, tal como lo señala Pablo Zurro, intendente de Pehuajó, superó el 1.800 por ciento. “No nos vamos a olvidar del último tren, porque en nuestra vuelta, en la vuelta de los gobiernos populares, va a volver el tren a Pehuajó”, fue el mensaje en sus redes. Allí explicó que Mauricio Macri eliminó el servicio en 2015 y Alberto Fernández lo recuperó en 2022, que en el último año viajaron 25 mil personas y, fiel a su estilo, tildó a los integrantes del Gobierno nacional de “basuras”.
“Caputo, que dice que la inflación es del 3 por ciento, puso el pasaje a 18.000 pesos de golpe y con esta excusa y con tantas excusas no va a haber más tren para los estudiantes, para los comerciantes, para la gente que iba y venía a Buenos Aires en forma accesible”, indicó Zurro.
La línea Menem, Macri y Milei
“Ramal que para, ramal que cierra”, dijo el ex presidente Carlos Menem apenas comenzó su primer mandato. Fue el principio de un desguace furtivo que redujo, en menos de una década, los 35 mil kilómetros de vías de los ferrocarriles argentinos a 11 mil. La privatización de los trenes urbanos, del de cargas y las múltiples cancelaciones de servicios al interior del país condenaron el futuro d un recurso que Juan Domingo Perón recuperó para el Estado nacional entre 1946 y 1947.
“Si hubiese sido por mis hijos, viajábamos mucho más, porque les gustaba mucho, se encontraban con compañeros del jardín”, cuenta María José. Junto a Emma de 9 años, Félix de 6 y Anna de 1 año, también visitaban a Silvia.
“En su momento dejó de funcionar con Macri y eso nos afectó un montón, porque mi mamá no maneja en ruta y el gasto del colectivo no lo podía costear”, afirma. “Cuando se retomó el tren, viajábamos más con mis tres hijos, porque viajar con criaturas no es lo mismo en el tren que subirlos a un micro, ya que en el tren encontraban nenas y nenes de su edad, se ponían a jugar y se puede viajar mucho más tranquilo”, resalta.
El viaje duraba, aproximadamente, nueve horas. El del colectivo de larga distancia, aseguran, alrededor de seis. “Pero se disfrutaba”, asegura Josefina Alfonso. Al igual que Aldana, se dedicó a la Psicología. En su caso, ya se recibió. Vive en Capital Federal hace casi veinte años y conoció el servicio de aquel entonces.
“Lo usaba, pero no era como ahora”, recuerda. “Frenaba en Bragado para cambiar de máquina, no tenía buffet y la verdad que era un muy mal servicio”, rememora. Al igual que María José, señala que se cortó con Macri y retornó en 2022, en el marco de una serie de recuperaciones desde el Ministerio de Transporte.
Días atrás, lo recordó Alexis Guerrera, hoy diputado provincial y ex titular de la cartera de transporte nacional. “En Argentina, cada vez que la locomotora dejó de pasar por una localidad, se generó una nueva deuda social. En poco tiempo, la vida en el noroeste de nuestra Provincia será un tanto más injusta”, escribió en su red X.
También mencionó la labor para reacondicionar las vías, poner a punto las formaciones y reconstruir estaciones cabeceras para retomar el servicio tras siete años de parate. Y es el servicio que Josefina pone en valor. “Tenías agua caliente y fría toda la noche en bidones, los baños re limpios, enchufes para cargar el celular, había buffet de comida y bebida y, ante todo, costaba un tercio lo que salía el micro de larga distancia”, detalla.
“Te recordaban 48 horas antes que lo tenías que confirmar, realmente funcionaba muy bien, y yo, que vivo en Almagro, en 10 minutos estaba Once, pero ahora tengo que ir de noche a Retiro y con suerte puedo viajar una vez al mes”, dice.
Josefina señala que hoy utiliza más la bicicleta porque el pasaje en colectivo “se fue a las nubes”. “Era muy lindo el ritual de la gente que te iba a esperar a la estación, esa sensación re linda de cuando llega o se va el tren, donde todos están saludando y es como una escena de película”, cuenta.
Desguace 2024
Semanas atrás, el Gobierno nacional decretó el cierre de Trenes Argentinos Capital Humano, una de las cinco empresas ferroviarias que administraba el Estado nacional. Además, liquidaron el Instituto Argentino del Transporte, que elaboraba programas para mejorar el transporte. Hoy continúan en pie Ferrocarriles Argentinos Sociedad Anónima, la cual incluye Trenes Argentinos de Cargas, Trenes Argentinos Infraestructura y Trenes Argentinos Operaciones.
En mayo de este año, un tren de la línea San Martín descarriló y causó más de treinta heridos. Afortunadamente, no hubo muertos. Pero para el propio Guerrera, ex ministro de Transporte, la situación estaba clara a los pocos minutos de conocerse el accidente: la desinversión de Milei en el mantenimiento de los ferrocarriles provoca este tipo de incidentes.
“Si el ajuste incluye no reponer algo básico como son los cables de señalización esto se va a repetir”, indicó a este medio meses atrás.
La falta de mantenimiento denunciada por Guerrera vino acompañada, días atrás, de un anuncio que empieza a concretar las nuevas privatizaciones. Se trata del realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, que celebró la primera privatización estipulada por el gobierno de Milei. De esta manera, la empresa Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima será concesionada en múltiples partes, donde las vías, locomotoras y talleres serán repartidos en distintas manos privadas.