“Todos tienen que vivir y todos tienen que morir”. En el comienzo de la segunda temporada de Bad Sisters (estreno el próximo miércoles por Apple TV+) resuena el clásico de Arthur Lee “Everbody's Gotta Live” con candor malicioso. La canción sonoriza el viaje de las muy irlandesas hermanas Garvey con un cadáver en el baúl de un auto prestado. Y si algo dejó en claro esta creación de Sharon Horgan es que Eva, Grace, Ursula, Bibi y Becka se empecinan con lo de estar unidas amen de convertirse en homicidas. Misterio, humor negro, drama familiar, y una notable incapacidad para borrar las huellas de un crimen son parte de estos nuevos ocho episodios.
Han pasado dos años de la “muerte accidental” del marido abusivo de Grace y justo cuando todo parece encaminarse, las chicas se verán otra vez en el ojo de la tormenta. Además de la policía, quien las observa de cerca es la chismosa Angelica Muldoon (Fiona Shaw), decidida en hacerles pisar el palito. Sí, Bad Sisters podría ser la contracara de El quinteto de la muerte (Alexander Mackendrick; 1955), aunque según su máxima responsable su acercamiento nunca dejó de ser real. “En la primera temporada, los daños colaterales me resultaron mucho más interesantes que los intentos de asesinato en sí. Era el desastre que causaban en el camino y cómo las afectaba como hermanas y como personas. En la segunda temporada, la pregunta es: ¿cómo se sigue adelante con la vida?”, planteó Horgan.