José Luis Frasinetti obtuvo con su obra Tierra viva el primer premio de poesía en el concurso bonaerense “Néstor Perlongher", organizado por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires. El jurado de selección final estuvo integrado por: Diana Bellessi, Sergio Raimondi y Roberta Iannamico. El 2° premio correspondió al poemario “El interurbano” de Luciana Maxit, de Mar de Ajó, (Partido de la Costa) y el 3° premio al libro de poesías “Ultramundana”, de Tomás Fernández, de Pergamino.
También recibieron menciones “Los amores imaginarios” (Imanol Guerschman, Morón); “Elefante” (Alan Cabral, Lanús), Parece que no hacemos nada” (María Macarena Peralta Confalonieri, Tandil), “Cosas que mueren de a poco” (Alina Moro, Lomas de Zamora), “Alto camet, cielo y tierra y otros poemas” (María Isabel Garin, 25 de Mayo), “La mujer que entiende el lenguaje de las plantas” (María Tamara Domenech, La Plata), “El giro afectivo” (Florencia Bossié, La Plata), “Hacia aquí hacia mí” (María Eugenia López, La Plata), “Hacinado” (Ayrton Cuella, Lomas de Zamora), Formas de mirar tu ausencia” (María Virginia Caresani, Tres de Febrero), “Sopa picada” (María Belén Aguirre, Vicente López), “Una temporada en la luz” (Juan Fernando García, Necochea) y Bajo hondo” (Gerónimo Sebastián Unibaso, Bahía Blanca). La premiación se realizó este domingo en el marco del II Festival de Poesía Bonaerense en el Teatro Argentino Centro Provincial de las Artes de La Plata.
Frasinetti, quien se llevó el primer premio, es oriundo de General Belgrano. Le gusta decir que está enamorado de la vida. Es poeta, docente y director de escuelas secundarias en su pueblo natal. Su primer poema lo escribió justamente en la escuela. “En la misma escuela de la que ahora soy vicedirector, escribí sobre la muerte temprana de mi padre. Extrañamente y con asombro, sentí que la poesía era mi camino y nunca más pudimos apartarnos. Toda mi vida es poesía. No solo cuando escribo sino también cuando cocino, cuando miro los objetos familiares, cuando estoy con mis plantas y mis perros. No sé cómo sería vivir sin la poesía un día de mi vida” reflexiona el poeta.
El territorio aparece constantemente en sus poemas, y en sus pinturas. Disfruta de observar el paisaje y también de retratarlo al oleo. “En mis poemas aparece el río, los caminos rurales, los campos con su flora y fauna. Este Río Salado en el que me bañaba cuando era niño, mirando mis pies sobre las piedritas del fondo, hoy corre por el cauce de mis versos y le da frescura a mi sentir” manifiesta Frasinetti.
Si bien se sorprendió cuando se enteró de que ganó el premio, su recorrido como poeta estaba más que asentado. Publicó veinticuatro libros de poesía. Algunos de ellos son: “Ancestros del Rosal” (Gran Premio Iniciación de poesía 1994, de Ediciones Tráfico Cultural); “Jardines del Tiempo” que obtuviera el Premio Jorge Luis Borges 1995 del Centro de Artes y Letras San Telmo, y que fuera galardonado con la Faja de Honor de Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires;“Mareas bajas”, “Los sortilegios del agua”, “El árbol de los cuervos”, “Los ojos de Adil” (3° Premio en el Gran Premio Consagración de Poesía “Roberto Themis Speroni”), “Aguayos” y “En los márgenes de la niebla” )Premio Rubén Reches 2023).
Este año, publicó tres poemarios: “Iridiscencias”, “Acacia Negra” y “Maclura” (Ediciones ÁrbolAnimal). Ha obtenido premios literarios en Puerto Rico, Estados Unidos, España, Italia, Francia, Uruguay, Chile, Perú, Argentina y Canadá.
“Recibir la noticia de que había obtenido el primer premio en el Concurso de poesía “Néstor Perlongher” fue realmente conmovedor, sobre todo teniendo en cuenta los nombres de quienes integraron el jurado y la cantidad de libros que se presentaron para aspirar al premio. Es una gran iniciativa del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través del Instituto Cultural y de la Dirección Provincial de Promoción de la Lectura llevar adelante este certamen destinado a promover las voces contemporáneas y obras de autor y autoras de poesía bonaerense y de homenajear a Néstor Perlongher (poeta, escritor, sociólogo y militante LGBT)” dice.
El libro con el que obtuvo el primer premio se llama “Tierra Viva” y aborda el tópico de la interculturalidad. Cuenta en 36 poemas la vida de Pacha Condorí, un personaje imaginario que vive en Liniers y vende yuyos en las ferias de Liniers y del AMBA. Se trata de una anciana que vino desde su Quillacollo natal a radicarse en Buenos Aires, añorando su tierra, aferrándose a sus costumbres y cultura y adoptando la cultura argentina y bonaerense.
1
En su ollita tiznada,
Pacha Condorí
cocina locro.
En el fondo,
el patio es del invierno
y no hay
hilachitas de luz que puedan
jugar entre las brasas.
El ritmo de caporales
se desovilla
y canta como llorando.
saluda
al sol que resplandece
sobre tapiales y techos.
Solcito,
poncho del pobre, que no es
el sol de Quillacollo.
8
Arriba,
el sol se ha clavado
como una estaca
y el cielo
es
ahora
un dolor celeste,
Pacha Condorí.
El cielo,
en el Barrio Charrúa de Liniers,
ya no es
aquel cielo radiante de Quillacollo.
Entre sus poetas favoritos e influencias, Fransinetti nombra a Irene Gruss, Diana Bellessi, Jorge García Sabal, Olga Orozco, Diego Roel, Elena Aníbali, Osvaldo Bossi, Valeria Pariso, Evangelina Aguilera. Aunque agrega que su debilidad son los clásicos de la literatura, a los que vuelve con frecuencia para aprender y construirse. “La poesía argentina es una de las poesías más fuertes de Latinoamérica y demostrado está que muchos poetas argentinos y poetas argentinas obtienen premios muy importantes en el exterior y participan de las ferias más importantes del mundo” relata.
Frasinetti recalca el valor del trabajo que está realizando el Instituto Cultural en la Provincia con el auspicio a festivales y ferias del libro que contribuyen a difundir la obra de los poetas bonaerenses. “El Festival de poesía bonaerense pone en valor las voces actuales de una provincia tan diversa. Estoy orgulloso de ser un poeta bonaerense…La escena poética en la zona muestra una renovación de la poesía. Hay poetas que escriben muy bien y cuentan con una poesía valiosa. Hablo de Laura Flores en General Belgrano y Alan Laveglia en Monte” dice.
Frasinetti se despide con fotos de su ciudad, “la de corazón inmenso”, dice en la ribera sur del Río Salado. Desde dónde seguirá con nostalgia y pasión, escribiendo poemas, meditando y escuchando el río y todo lo que tiene aún por contarle.