El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sometido este domingo a nuevos exámenes por el golpe que sufrió en la nuca hace tres semanas y, según los médicos, ya no tiene restricciones y puede incluso viajar en avión.

"Permanece sin síntomas. El examen mostró una mejoría en relación a los anteriores y puede mantener sus actividades habituales", así como "ha sido liberado para viajes aéreos", de acuerdo a un boletín emitido por los médicos que le atienden.

Lula, de 79 años, se cayó en su residencia oficial el pasado 19 de octubre y sufrió un golpe en la nuca, que le produjo una herida que requirió cinco puntos de sutura. Desde entonces ha estado bajo observación médica, aunque ha retomado gradualmente sus actividades y despachado, con algunas restricciones, en el palacio presidencial de Brasilia.

Una de las recomendaciones de los médicos fue evitar los viajes en avión,
pero esa restricción fue levantada este domingo, con lo que Lula ha sido liberado para trasladarse a Río de Janeiro el próximo fin de semana y asistir a la cumbre de líderes del G20, que reúne a las mayores economías del mundo y Brasil preside este año.

Viajes suspendidos

Debido a lo que el Gobierno calificó de "accidente doméstico", Lula se vio obligado a cancelar su asistencia a varios eventos internacionales que tenía en agenda. Entre ellos, la cumbre del foro BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que se celebró en la ciudad rusa de Kazán, y la Cumbre de la ONU sobre Biodiversidad (COP16), en la ciudad colombiana de Cali.

Asimismo, suspendió su viaje a Azerbaiyán para la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP29) y la visita que tenía prevista a Perú, para la Semana de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).